La sede de la Copa del Rey 2017, a la que Málaga aspiraba, se acerca a Las Palmas. Una representación de la ACB acude hoy a Gran Canaria. La versión oficial es que se acude a firmar un convenio, al estilo del que el Ayuntamiento y la ACB tienen para explotar en El Palo un gimnasio multidisplinar. Pero desde Las Palmas se da por hecho de que acuden a rubricar el acuerdo para la organización de la Copa de 2017.

En principio, Las Palmas tiene firmada una edición más del anterior acuerdo para la organización de la de 2015. Pero la renuncia de Madrid, como se ha venido contando, ha precipitado acontecimientos. También las instituciones de Málaga tenían pensada una edición posterior, pero al ponerse a tiro la de 2017 se trabajó en esa opción. Ha habido incluso encuentros presenciales, como el del almuerzo el pasado viernes en el centro de Málaga de las cabezas visibles del Ayuntamiento, Diputación y Junta en Málaga, Francisco Roca, presidente de la ACB, y Eduardo García. Pero no se llegaba al canon que solicitaba la Asociación de Clubes, por encima del millón de euros. Y Gran Canaria sí lo cumplía. El lunes, el presidente del Unicaja, Eduardo García, mostraba optimismo y admitía que el desenlace era inminente, para bien o para mal. En las últimas horas se han acelerado las gestiones. "Estamos trabajando en ello, pero aún no podemos decir nada", aseguraba Elías Bendodo en Onda Cero.

En el caso de que se confirme la organización de 2017 para Las Palmas (16 al 19 de febrero), también iría aparejada una Supercopa. Como se relató ayer, el paquete de la Copa de Málaga llevaba conjunto una Supercopa para Sevilla porque era la condición de la Junta de Andalucía para sufragar su tercio de la aportación del canon. "Estaríamos encantados. Si no es en 2017, ojalá en 2018", decía ayer Fernando del Moral, presidente del Betis, una marca a la que la ACB le agradaría potenciar dentro de sus planes.

La idea primigenia de las instituciones malagueñas fue, como se contó en estas páginas, optar a las ediciones de 2018 o 2019, más cerca de la capitalidad europea del deporte que ostentará la capital costasoleña en 2020. Es una de las condiciones de la capitalidad, organizar eventos de transcendencia, tanto nacional como internacional. Y el plan es, si no puede ser la de 2017, amarrar cuanto antes una de las siguientes ediciones. Vitoria también está metida en la carrera para futuras ediciones.