La Chiquita Piconera ya se exhibe en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, donde se podrá visitar hasta el 28 de julio en la sala 45, la dedicada a los realismos de entreguerras. De esta forma, el cuadro de Julio Romero de Torres compartirá espacio con obras de Pablo Picasso, Max Beckmann, Otto Dix, George Grosz o Balthus, entre otros.

La obra, pintada entre 1929 y 1930 y que está considerada uno de los principales testamentos pictóricos del artista cordobés, ha viajado a la capital como parte de la programación organizada por el Ayuntamiento de Córdoba para conmemorar el 150 aniversario del nacimiento de Romero de Torres. 

"Si Andy Warhol hubiera sido español le hubiera dedicado una serie a Romero de Torres porque no hay un icono tan arraigado y tan ubicuo como la imagen de la mujer en la obra de Romero de Torres", ha señalado el director artístico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Guillermo Solana, en la presentación de la exposición temporal de La Chiquita Piconera.

En esa línea, ha recordado que el artista cordobés "se ha caracterizado por ser el pintor más popular del siglo XX en España y haber creado algunos de los iconos más arraigados en nuestra memoria". Pero precisamente esa popularidad tuvo "consecuencias injustas" para él porque "se le redujo a folclore en cierto sentido".

Solana ha incidido en que "costó tiempo recuperar toda su categoría de gran artista del siglo XX rescatándolo de esa inmensa popularidad de una celebridad que, como todo el mundo sabe, es un arma de doble filo". Es "una bendición mezclada porque trae muchas ventajas y muchísimos más inconvenientes".

La recuperación de Romero de Torres como "un pintor serio, independiente y más allá de su capacidad para crear iconos" comenzó fuera de Córdoba en 1993, cuando la Fundación Mapfre le dedicó una monográfica comisariada por Francisco Calvo Serraller, según ha resaltado el director artístico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Presentación de 'La Chiquita Piconera' en el Museo Thyssen de Madrid.

Además, Solana ha destacado la influencia del simbolismo y de Leonardo da Vinci en Romero de Torres, asegurando que "La Chiquita Piconera es una especie de Gioconda sin sonrisa, de Gioconda seria". 

Por otra parte, esta exposición supone una ocasión para "situar a Romero de Torres en la pintura europea contemporánea suya", ha añadido. Pero además, "hay relaciones no suficientemente exploradas de Julio Romero de Torres con la creación surrealista, con Buñuel y con Dalí". Por eso, Solana ha anunciado que en la retrospectiva que el museo dedicara a Dalí dentro de dos años tendrá un papel importante el pintor cordobés. "Estará presente y dialogara con una obra concreta de Dalí porque hay una influencia de Romero de Torres en Dalí, en Buñuel y en el surrealismo español en general", ha puntualizado.

Por su parte, el director gerente de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza, Evelio Acevedo, ha explicado que la exposición tiene el objetivo de situar a Romero de Torres como "un pintor de denuncia social" contraponiendo su obra con la de pintores europeos y americanos que tienen muchos puntos en común con el cordobés en la forma de mirar el mundo que les rodea y reflejar a través de sus pinceles las injusticias y los importantes desequilibrios de la época.

Por último, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha agradecido al Museo Thyssen las "facilidades" que ha dado al Ayuntamiento de Córdoba para exponer La Chiquita Piconera, un acontecimiento que "para nosotros tiene una significación muy especial" al ser el cuadro más representativo de Romero de Torres.

La obra está considera "un resumen de toda la trayectoria pictórica" del pintor y "transmite el mensaje de lo que Romero de Torres entendía que era la pintura, de lo que quería expresar con ella, su concepción de la vida, en un retrato lleno de madurez, de hondura y de misterio".

Por eso, el alcalde ha asegurado que "no es casual que una obra en la que se encuentran todos los elementos fundamentales de la pintura de Julio Romero sea el punto de partida" de los actos de su 150 aniversario. En ese sentido, ha recalcado que el objetivo del programa de actividades impulsado por el Ayuntamiento es "ofrecer una visión renovada de la obra de Julio Romero de Torres, una visión que lo aleje de esos clichés que lo han acompañado y que evidencie los rasgos de modernidad que lo situaron como un pintor de referencia a principios del siglo XX, ya que si lo local fue una inspiración constante, su mundo es más hondo y a la vez más extenso". "Queremos romper ese corsé, y ese sería nuestro principal logro con estos proyectos", ha aseverado.