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"Alguna vez que otra me acuerdo de que el año pasado lo jugaba todo"

  • Silva asume su suplencia con elegancia y revela que Muñiz ha hablado con él para tranquilizarle

En pleno estrés clasificatorio, lindando con los puestos de descenso, el 11 de febrero del año pasado Álvaro Silva se rompía tres huesos metacarpianos de la mano derecha jugando al pilla pilla en el entrenamiento previo a la visita del Albacete a La Rosaleda. Fue una de las peores noticias que podía recibir Muñiz, que había encontrado en el illiturgitano a un efectivo medio centro de contención -entonces el equipo enlazó seis jornadas sin triunfo hasta tocar fondo en El Ejido-. Eran días de vino y rosas para el polivalente jugador, que ahora asume con resignación y respeto su actual rol de suplente.

"Alguna vez pienso que el año pasado lo jugaba todo, pero no puedes hacer nada. Este año se ha firmado a gente muy buena y es difícil entrar cuando un equipo va bien, así que sólo queda trabajar y que el técnico confíe en ti", dice ahora Silva, que reconoce que ha vivido su peor momento cuando el técnico no le hizo jugar la vuelta de los dieciseisavos de Copa ante el Racing, un partido destinado para los suplentes: "Me esperaba jugar. Me extrañó la decisión del técnico, pero puso a otros compañeros y no pienso si me dolió algo más o no".

No obstante, para evitar malentendidos, días después el propio Muñiz conversó con Silva para que se mantuviera tranquilo. "Hablamos y me dijo que iba a ser un jugador importante de aquí al final de la temporada, que no me preocupara", rescata el marbellí de adopción.

Es el central un suplente modélico, en la línea de sus compañeros esta temporada, lo cual no significa que en su tiempo libre no le dé vueltas a la situación. "Es complicado mentalmente, pero tienes que estar fuerte y saber desconectar cuando estás fuera de La Rosaleda. Intento que mi familia no me hable de fútbol, si no, te comes más la olla. Lo mejor es no pensarlo y no abandonar", receta.

El futbolista blanquiazul es una víctima más de las paradojas del fútbol. En verano el Getafe mostró un fuerte interés porque fuera el sustituto de Alexis, otro ex malaguista, tras su marcha al Valencia, pero finalmente se quedó en Martiricos. "Cuando uno se cae tiene que levantarse". Es la moraleja de Álvaro Silva para afrontar la situación y, sobre todo, nunca anteponer un mal personal por encima del colectivo: "No hay malos rollos porque todos buscamos el bien del equipo en común. El objetivo es ascender, es lo que queremos".

A título anecdótico queda la curiosa relación de Silva con Carpintero, Helder o Weligton, futbolistas que le frenan el paso para la titularidad: "No sé si es casualidad o no, pero con los compañeros con los que me enfrento para ganarme un puesto en el once siempre me llevo mejor".

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