El Clínicas Rincón sigue rompiendo pronósticos y superando desafíos. Ayer le tocó al Autocid Ford Burgos sufrir la nueva gesta de los malagueños, acostumbrados a derribar gigantes esta temporada. El cuadro manchego, rival directo del Clínicas, cayó derrotado en el feudo axárquico (80-72), escenario del aperitivo adelantado de la jornada, que pase lo que pase finalizará mañana con los de Paco Aurioles en la sexta posición, la última que da derecho a jugar el play off de ascenso.

La de ayer fue una nueva muestra de que el Clínicas no sabe de juventud, inexperiencia o inferioridad. Como ya pasó en la ida (64-101, con el récord de triples de la campaña), el Autocid volvió a sentir en sus carnes el coraje del Clínicas en busca de la victoria.

No obstante, el cuadro visitante comenzó el choque con ansias de sentenciar cuanto antes. Los de Casadevall salieron muy fuertes desde el arranque, con un ritmo alto de juego y liderados por Diego García, su mejor jugador del encuentro.

El Clínicas sufría para anotar y no encontraría posiciones cómodas de tiro hasta el tercer cuarto. Fue aquí cuando surgió la figura de Prestes en la pintura, donde ayudó a su equipo a ponerse por delante en el marcador a la conclusión del periodo (63-59).

Una vez comenzado el cuarto definitivo, fue Jon Cortaberría el que tomó el mando para desnivelar la balanza a favor de los malagueños. Omnipresente en los instantes finales, anotó un triple y una canasta de dos claves, que, junto a un robo y un rebote, dejó a los burgaleses sin opciones, todas las que ahora sí maneja el Clínicas, la sorpresa de la LEB Oro.