Las finales de la Copa Davis han dejado un regusto más dulce si cabe este 2023. El espectáculo tenístico fue superior, con un número uno del calibre de Novak Djokovic y una consagración estruendosa como la de Jannik Sinner. Es una buena vara de medir que la ausencia del equipo anfitrión, España, no le haya restado trascendencia a nivel internacional. Sí influye, lógicamente, en el plano estatal y la difusión nacional. Pero la gran afluencia de público (rozando los 70.000 espectadores entre las siete sesiones celebradas), con en torno a los dos tercios de extranjeros, fue calificada de sobresaliente por la ITF, organizadora del evento. Previamente estaba encauzada la renovación para la celebración de una edición más en Málaga y se acabó de rubricar durante el torneo.

La organización andaluza, es la Junta quien pone el grueso del dinero que hay como canon, gusta en los que rigen los destinos del tenis. Hay voces divergentes, como la de Djokovic, más diplomático, o Lleyton Hewitt, capitán australiano y ex número uno del mundo, más vehemente, que dijo tras perder la final por segundo año consecutivo que estaba “bastante harto de competir siempre en el mismo tipo de pista”. Pues tendrá más tazas Hewitt, porque no sólo se renovó el compromiso para que 2024 sea en Málaga. “Terminamos la final de la Copa Davis ayer, conseguimos la de 2024, con una renovación abierta para el año siguiente”, desvelaba el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, durante la presentación de la nueva ciudad deportiva del Málaga CF. Es decir, que hay una opción abierta para que la colaboración se amplíe también a 2025.

La idea del secretario general para el Deporte, el malagueño José María Arrabal, es que para que un evento de esta dimensión deje un legado hay que repetirlo. De momento, se han conseguido tres ediciones después de que en 2022 Abu Dhabi, con la que estaba pactado el evento, con una inversión que triplicaba la malagueña, se echara para atrás una vez no estaba garantizada la presencia de las mejores raquetas del mundo. Aquella rendija por la que se coló Andalucía permite disfrutar de un evento planetario en la Costa del Sol durante un trienio que pueda ampliarse durante un año más, según se recoge en el acuerdo rubricado con el organismo que rige el tenis a nivel mundial.