Será como jugar ante uno mismo. Los cinco triunfos consecutivos del Castellón constituyen la mejor racha de la temporada tras la que logró el Málaga en las siete primeras del arranque. La plantilla de Muñiz conoce a la perfección la moral con la que llega hoy su rival. No obstante, lejos de la pegada en la que los blanquiazules fundamentaron su éxito, los pupilos de Pepe Murcia lo han conseguido avalados por su seguridad defensiva.

Únicamente Jorge (Celta) y Calle (Nàstic) han sido capaces de perforar la meta de Carlos Sánchez desde que el técnico cordobés se hizo cargo del equipo hace seis jornadas. Esa tranquilidad a la hora de defender la portería es la que ha rearmado de confianza al Castellón, que con el paso de las jornadas ha sabido aprovechar dicha fortaleza para dar rienda a la velocidad de sus hombre arriba. Oberman, reubicado en la mediapunta, es quien mejor aprovecha su rapidez en los contragolpes blanquinegros.

No obstante, la seguridad del quinto clasificado sufre un test de órdago hoy debido a las ausencias por sanción de López Garai, componente defensivo del doble pivote (el otro es el malagueño Mario Rosas), y Pedro y Rafita, ambos ocupantes itinerantes del lateral derecho. Un duro golpe para la tracción trasera y que levanta interrogantes acerca del rendimiento del equipo, puesto que, hasta la fecha, el entrenador del mejor equipo de 2008 solía repetir once jornada tras jornada.

Otra gran noticia para los blanquiazules es la ausencia de Tabares, la referencia arriba y autor de tres de los últimos cinco tantos castellonenses (este mediodía le suple Reggi). El perfil físico del ex del Levante es muy similar al del uruguayo, aunque la modificación hará perder movilidad a los visitantes para ganar una referencia en el juego aéreo.

A domicilio es donde se está sintiendo más cómodo el Castellón desde que llegó Pepe Murcia al banquillo, puesto que el sustituto de Moré prioriza el juego al contragolpe.