El Real Madrid se reencontró con una de sus bestias negras, el Montepaschi de Siena, que le superó de principio a fin con una exhibición de McCalebb, que logró 25 puntos y 36 de valoración, y acabó con su condición de invicto en casa. El club de Siena ya le sacó los colores hace un año y precipitó la temporada pasada la dimisión del entonces entrenador del Madrid, Messina.

El equipo blanco sale tocado de cara a su objetivo de pasar como líder del Grupo F a los cuartos de final y evitar al CSKA. Con Mirotic mermado, Reyes fue el mejor en sus filas con 17 puntos, 15 rebotes y 28 de valoración.

En menos de cuatro minutos, McCalebb había endosado cinco puntos y dos personales a Llull. Era una muestra; el principio de un parcial de 3-22 a favor de los italianos que culminaría al final del primer cuarto con un 15-31 y con una sola canasta de dos en once intentos, sonrojante, para los blancos.

Al comienzo del segundo cuarto no mejoraron las cosas para los madridistas. Laso ya había usado a todos sus hombres, menos a Velickovic, de vuelta de una lesión y a Sanz, y el encuentro no cambiaba de signo. A seis minutos para el descanso, el Montepaschi marcaba veinte puntos de ventaja. Y con McCalebb en el banquillo y Rakocevic tomando el mando y desbordando la defensa local.

Laso apostó de nuevo por Llull y acertó. Él, Reyes y Suárez comenzaron la remontada y dominaron el rebote, para llegar al descanso trece abajo. Reyes, de nuevo el mejor de los españoles, vio el inicio de la segunda parte desde el banquillo. Regresó el recital de McCalebb ante un Madrid otra vez a la deriva y, ya en el último periodo, Laso, después de que un gran Lavrinovic pusiera otra vez los 20 de ventaja, encontró la fórmula: defensa y Sergio Rodríguez, Llull, Carroll, Mirotic y Reyes. La diferencia bajó a 10 puntos a cinco minutos del final, pero ya era tarde. McCalebb, que dio más asistencias, seis, que todo el Madrid, cinco, y Lavrinovic acabaron liquidando a los blancos.