Un solitario gol de Parejo al Apoel de Nicosia le bastó a un irregular Getafe para encarrilar la eliminatoria que da derecho a jugar la fase de grupos de la Liga Europa.

No estuvo fino el equipo que preside Ángel Torres. Se notó que el Getafe todavía anda cogiendo ritmo y que su rival ya está fogueado tras cuatro partidos oficiales en Europa. Además, el Apoel es un equipo fastidioso, como demostró la temporada pasada en la Liga de Campeones, cuando el Atlético no le pudo ganar.

Había que analizar si la marcha de dos de los pilares del pasado curso, Roberto Soldado y Pedro León, podría afectar y como responderían los fichajes de Colunga, Arimendi y Borja.

Arizmendi, ubicado en la derecha, no es Pedro León. Tampoco es Pablo Hernández, otro antiguo ilustre extremo diestro que ha pasado por Getafe. Sin embargo, pese a que será comparado si sigue jugando en ese lugar, Arizmendi pareció soportar la presión con sobriedad. No estuvo brillante como sus antecesores, pero para estar todavía en verano aportó.

Con el Getafe perdido durante la primera media hora, el Apoel, un equipo que no rehúye el manejo de la pelota y que es muy duro cuando no la tiene, encontró sus primeras oportunidades en las botas de Manduca.

Entonces, despertó el conjunto azulón, que tardó 34 minutos en disparar a portería. Lo hizo Colunga, un delantero con muy buena pinta y buenas maneras. Sin embargo, el jugador procedente del Recreativo no pudo resolver un disparo dentro del área.

Cuando la primera parte agonizaba, y cuando el público del Apoel daba la razón a Ángel Torres, que dijo que la hinchada del Coliseum era "fría", apareció Parejo para marcar desde fuera del área el único gol de la noche.

En la reanudación, Míchel sentó a Borja y a Arizmendi para sacar a Albín y Manu del Moral. El técnico madrileño recurrió a dos clásicos de Getafe para dar mayor empuje a su equipo, necesitado de algo que no parecía encontrar. Los dos revolucionaron el partido y se vieron detalles del Getafe de siempre, el que a veces ofrece un fútbol de calidad. Ellos dos capitanearon las principales acciones de ataque y pudieron marcar el segundo.

El último cuarto de hora sirvió para apuntalar el resultado y para buscar la sentencia en una acción aislada. Sin embargo, en un despiste de los hombres de Míchel pudo llegar la tragedia traducida en igualada. Solari a punto estuvo de sorprender en un contragolpe, pero Ustari lo evitó. De esta forma, el Getafe viajará a Chipre con un resultado ajustado y tendrá que sufrir en un estadio que será una caldera.