Un gol de Cañellas a falta de poco menos de 30 segundos para la conclusión del choque, permitió a España sumar un importantísimo triunfo (24-22) sobre Croacia, que sitúa al conjunto de Valero Rivera a las puertas de la lucha por las medallas. Las semifinales ya se acarician, tras protagonizar ante los balcánicos un ejercicio de fe y confianza que le permitió remontar en el segundo tiempo los inquietantes tres goles de desventaja (11-14) con los que llegó al descanso, gracias a su extraordinaria defensa. En esa faceta volvieron a estar excepcionales Morros y Guardiola, que poco a poco fueron cerrando los caminos a un rival que tan sólo pudo anotar ocho tantos tras la reanudación.

Tal y como había pedido Valero Rivera en la previa, la selección arrancó haciendo muy ancho el campo, lo que permitió llegar el balón a los extremos, donde Juanín y Roberto García no tardaron en poner a España por delante (4-1) en el marcador. Pero bastó que el ataque español se enmarañara un poco para que Croacia sacara a relucir su impresionante punta de velocidad. Con cuatro fulgurantes contragolpes daba la vuelta al marcador. Un tanteador que no tardó en tornarse tremendamente peligroso (4-8) tras encajar un contundente parcial de 0-7.

La hemorragia se encargó de cortarla Víctor Tomás con un tanto (5-8) que volvía a evidenciar que el mejor camino para superar a la altísima defensa croata era hacer circular el balón con velocidad para finalizar por los exteriores. Con la lección bien aprendida España comenzó a mejorar, aunque ahora el problema era frenar a Lackovic, que martilleaba sin piedad al equipo español. Con la defensa 5-1 los de Rivera ganaron en kilos y en intensidad con la entrada de Maqueda y Cañellas, lo que unido el excelente trabajo de anticipación de Víctor Tomás impidió que Lackovic maniobrase con tanta facilidad. A partir de ahí España remontó el vuelo, aunque ofrecía demasiadas concesiones y los balcánicos llegaron al descanso con una renta de tres goles (11-14).

Tras el asueto España apostó por el 6-0 que tan buenos resultados ya le dio ante Francia. El sistema no tardó en propiciar los robos de balón y los contragolpes, hasta que una nueva diana de Víctor Tomás a los 37 minutos de juego llevaba la igualdad (16-16) al marcador. Las tablas se acabaron tras el 19-19, ya que las dos exclusiones casi consecutivas de Alberto Entrerríos y Maqueda dio ventaja a Croacia (19-21).

Pero España no estaba dispuesta a rendirse y no sólo volvió a igualar la contienda, sino que logró ponerse, tras muchísimo tiempo a remolque, por delante en el marcador (22-21) con un tanto, cómo no, desde el extremo de Cristian Ugalde. Una renta que la defensa española permitió conservar hasta el último ataque español, en el que Cañellas con un latigazo de más allá de nueve metros estableció el definitivo (24-22) que vale dos puntos de oro para la selección.