José Mourinho devolvió al Real Madrid parte del crédito perdido en Europa durante la última década y, de paso, revitalizó el ánimo de su afición para el decisivo tramo de la temporada que ahora comienza.

El técnico del Real Madrid cumplió parte del trato asumido cuando fichó por el club español. El equipo blanco está casi clasificado para su primera semifinal de la Liga de Campeones desde 2003, después de su amplia goleada 4-0 ante el Tottenham en la ida de cuartos de final de la Champions.

El fútbol es cambiante y en tres días se voltea cualquier estado de ánimo en función de los resultados. El domingo todo era pesimismo entre la afición del Real Madrid después de ver al Barcelona a ocho puntos de distancia en la Liga española y con pocas jornadas por delante.

Pero hoy las sensaciones son diferentes después de poner pie y medio en las semifinales de la Liga de Campeones tras enviar un mensaje de autoridad. "Fue un triunfo que permitió al Madrid y su afición saborear sensaciones que empezaban a quedar ya demasiado lejanas en el tiempo", explicó ayer el diario Marca. Y As añadió: "Hay licencia para soñar".

Lo cierto es que Mourinho está respondiendo a su fama de gran estratega en eliminatorias. Tiene al Real Madrid en la final de la Copa del Rey y cerca de las semifinales de la Liga de Campeones tras el buen encuentro disputado ante el conjunto londinense. Su trayectoria en la actual Champions es impecable: permanece invicto, es el conjunto más goleador con 23 tantos y todavía no encajó ningún gol en casa en toda la competición.

La imagen de Mourinho también salió reforzada el martes en otro aspecto: el delantero.

El técnico portugués insistió en la contratación de un punta para enero en contra de la opinión de sus dirigentes. Pero su empeño tuvo fruto y su fichaje, Emmanuel Adebayor, hizo dos goles ante el Tottenham.

De no haber fichado al togolés, Mourinho hubiera tenido que jugarse el pase a las semifinales con un delantero que acaba de salir de una lesión de cuatro meses, el argentino Gonzalo Higuaín.

El Real Madrid afronta en buenas condiciones un mes de abril lleno de exigencias y en el que se jugará la temporada.

El 20 de abril disputará la final de la Copa del Rey ante el Barcelona y es posible que se juegue las semifinales de la Liga de Campeones ante el mismo rival, si es que el equipo azulgrana es capaz de eliminar al Shakhtar Donetsk.

El Madrid recuperó parte del crédito perdido en Europa, pero de poco le servirá si el millonario equipo blanco al final no consigue títulos. Una posibilidad que sigue presente pese a que las sensaciones ya haya cambiado.