Sevilla fc - Málaga Cf

Repostaje en Sevilla (0-0)

  • Superación El Málaga empezó la jornada a cinco puntos de la salvación, por eso celebró su punto en el Pizjuán Pétreos El equipo, de nuevo con un gran Demichelis de referente, fue sólido, aunque sin despliegue

La jornada había puesto en entredicho la entereza del Málaga. Los cinco puntos de desventaja con los que empezó a correr el reloj, el varapalo de Duda en el calentamiento cuando parecía que al fin podría jugar contra su equipo fetiche, la recaída de Sergio Asenjo en la primera jugada en la que intervino... Así que más que jugar contra el Sevilla y en pos de los tres puntos, el destino quiso que los de Pellegrini afrontaran un test de supervivencia. La actual distancia con la tranquilidad (cuatro puntos) no es gran cosa, pero el de ayer se había convertido en un partido para no perder más de lo que se había esfumado ya. El empate fue como entrar en boxes. Vale por una semana de repostaje que, no obstante, también implica la obligación de rebasar al Getafe en la vuelta al circuito de La Rosaleda.

Salvo Weligton, que acabó en cuclillas y con las manos en la cabeza porque cinco segundos antes del final Palop le había hecho una gran parada, su única parada, tras un buen cabezazo del brasileño, sobre el césped fluyó la alegría contenida. Contenida porque el Málaga seguirá siendo colista esta semana. Alegría porque el equipo fue sobrio y competitivo, es decir, uno opuesto a lo que mostró ante el Zaragoza. Se echó en falta hambre para hurgar en la desesperación de la grada a cada paso de reloj, pero el análisis debe matizarse desde el aprobado.

Gran parte de culpa en el mayor empaque mostrado vino de la mano de Demichelis. El argentino empezó a tomar partido antes de que el balón rodara. Llamó uno por uno a sus compañeros para hacer un corro en la cancha y efectuar una arenga con todos en oración casi bíblica. Conociéndole, pediría agresividad, ser un equipo, tener un sello reconocible. Con el balón en juego, tuvo un único despiste que casi cuesta el estreno de Luis Fabiano, por momentos ausente pero encendido súbitamente cuando entra en el área. Luego, un partido inmaculado, imperial por arriba y rápido por abajo. Y con el plus de darle sentido al juego en la creación. Con él y con Weligton bastante activo y a la vanguardia se puede pensar en una zaga más consistente, en partidos que el rival te gane por calidad, no regalados a balón parado o en despistes imperdonables. Ahí sí ganó el Málaga, y por goleada: recuperó una identidad. La necesitará para los partidos que se empinen en casa.

Valga felicitar a Recio, premio por la titularidad merecida y premio por sentirse a gusto y asentado en un encuentro de voltaje. Por ahí pasa su crecimiento, por no esconderse en los partidos que piden consistencia y desahogo con el balón.

A Rondón le sobraron kilómetros y le faltó frescura para hacer más daño a Alexis cuando le encaró. Arrancó desde demasiado atrás y eso restó presencia en el área. Baptista, ahora fallo en el pase, ahora respiro controlando de espaldas, ni descolló como en Valencia ni desapareció como ante el Zaragoza. Es la línea de continuidad que necesita, pero debe emplear más el tiro. Fernando Navarro, impecable siempre que salió a taponar, hizo de pantalla ante él a los 20 minutos. Pudo haber cambiado el curso entonces.

Le faltaron goles y picante a un partido accidentado con golpes y lesiones, quién sabe si con Duda hubiera sido distinto. Pero Pellegrini celebró la mayor consistencia de los suyos. Está loco el chileno por que los suyos hagan dos o tres partidos como éste, pero en ellos se exigirán más victorias porque ha llegado ese clásico momento de la temporada en que los de abajo venden caras sus derrotas y hasta ganan a domicilio.

La semana de tregua, con acuse de recibo en la llegada del Getafe el próximo domingo, puede suponer un nuevo punto de partida. Pero ése es un discurso bumerán esta temporada. La clasificación no permite más demoras.

Ficha técnica:

Sevilla: Palop; Sergio Sánchez, Fazio, Alexis, Fernando Navarro; Zokora, Romaric (Kanouté, 46'); Jesús Navas, Rakitic, Perotti; y Luis Fabiano (Negredo, 76').

Málaga: Asenjo (Arnau, 8'); Manolo, Demichelis, Weligton, Eliseu; Maresca (Sandro Silva, 71'), Recio, Baptista, Fernando; Baptista y Rondón (Sebastián Fernández, 77').

Goles: No hubo.

Árbitro: Muñiz Fernández (asturiano). Amonestó a Zokora (19'), Sergio Sánchez (37'), Manolo (40'), Romaric (47'), Sandro Silva (85'), Arnau (90'), Eliseu (90'), y Fernando Navarro (91').

Incidencias: Unos 40.000 espectadores en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Partido correspondiente a la vigesimosegunda jornada de la Liga BBvA. Unos 300 espectadores del Málaga en las gradas.

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