Lo que logró la pasada temporada el Rincón Fertilidad parecía tener un hueco eterno en la historia por la dificultad que parecía conllevar lo conseguido. Las malagueñas consiguían hacerse un hueco en la Copa de la Reina por primera vez en su historia. Este curso, ante el mismo rival, el Aula Valladolid, logran repetir la hazaña con los mismos rostros que gritaban felicidad y que reflejaban el esfuerzo y humildad que se había depositado en este encuentro.

Las malagueñas y Diego Carrasco repetirán fase final de Copa, de nuevo en Porriño del 28 al 30 de abril, tras un encuentro vibrante al que consiguieron poner la guinda con un final apoteósico en el que Bea Puertas se erigió como la heroina de un grupos de chicas con el mismo espíruto que ella. Un 29-28 final que permitió ver escenas de auténtico delirio en Carranque. Tuvo que ser ella, en un bello guiño del destino, quien hiciera el tanto del pase tras ese calvario en forma de lesiones sufrido.

El encuentro no empezó del todo de cara para el Rincón Fertilidad. Si ya el curso pasado la meta Virginia Fernández fue fundamental y trascendental para lograr el pase, esta temporada superó con creces su nivel y mantuvo vivas a las malagueñas en los momentos de mayor incertudumbre de éstas. La portera malagueña se puso el traje del coco para asustar e intimidar a las vallisoletanas. Las pucelanas dominaban el encuentro en el marcador ante instantes de desconcierto en defensa de las locales en las que Virginia se erigió como muro de contención y permitió que las pucelanas no se distanciaran en exceso en el marcador. Al descanso se llegaría con un apretado 13-15 pese al aluvión ofensivo de unas visitantes con hambre de revancha.

El paso por vestuarios pareció no hacer mucho efecto en las malagueños que se tuvieron que enfrentar a un duro parcial de 4-0 en el arranque del segundo tiempo de las vallisoletanas. Fue justo en ese momento cuando Diego Carrasco paró el juego y pidió tiempo muerto. Algo pasó en ese minuto. El entrenador malagueño arengó a las suyas y logró tocar el botón correcto para despertar las. Las chicas salieron a morder y lograron igualar la contienda (18-18).

El último cuarto de hora del partido fue de una igualdad exultante. Era el momento de la verdad y las veteranas tenían que marcar las diferencias. Nuria Benzal cogió el timón y lideró a las suyas. Su exhibición y una exclusión que logró forzar Jenni pusieron el partido de cara para el Rincón pero el ímpetu de las pucelanas no desfalleció hasta el final.

La última jugada fue no apta para cardíacos. Con 30 segundos para el final del choque y posesión para las malagueñas, el primer lanzamiento golpeó en el larguero, su rechace siguió su mismo camino y le rechace de este fue cazado por Bea Puertas que lanzó con el corazón a falta de dos segundos para poner el definitivo 29-28, explotar de júbilo y sellar el pase del equipo malagueño a la fase final de la Copa de la Reina por segundo año consecutivo.