Quizá sea un síntoma del empobrecimiento de la plantilla que se ha producido en los últimos años. La representación del Unicaja en el Mundial de Turquía es escueta y se reduce a Giorgos Printezis con Grecia. No hay más, aunque el análisis no puede resultar tan simplista. Hrvoje Peric se cayó de la lista con Croacia en el último corte, Paulao estuvo en la órbita de Brasil pero renunció para curar su lesión, Scariolo dejó fuera a Berni Rodríguez aunque le tuvo muy en cuenta hasta el final, Carlos Jiménez se retiró de la selección hace dos años, la operación de tobillo de Uros Tripkovic, fijo para Dusan Ivkovic, le impidió realizar la preparación con Serbia...

Pero cuatro años atrás, en el legendario, para el baloncesto español, Mundial de Japón, la representación del Unicaja, flamante campeón de la ACB entonces, rebosaba. Había seis jugadores y no existía ningún equipo en el mundo que tuviera más componentes desplazados al país asiático. Igualaban al equipo malagueño el entonces Tau, Panathinaikos, Al Rayyan de Qatar y 1º de Agosto de Angola. Allí estaban en la parrilla de salida tres que serían a la postre campeones del mundo con España (Carlos Cabezas, Berni Rodríguez y Carlos Jiménez). También Florent Pietrus (Francia), Pepe Sánchez (Argentina) y Daniel Santiago (Puerto Rico). Jiménez aún no había jugado con el Unicaja, pero ya había sido firmado desde el Estudiantes. A la lista se podrían añadir Jorge Garbajosa (España) y Walter Herrmann (Argentina), que habían sido jugadores cajistas apenas hasta un par de meses antes. Después de ganar la ACB emprenderían la aventura NBA, en Toronto y Charlotte.

Un descenso de representación que, por supuesto, tiene una vertiente muy positiva. Menos desgaste para los jugadores cara a la campaña entrante y más tiempo para cuajar el equipo con mayor número de entrenamientos en pretemporada con casi todos los efectivos disponibles. En el otro lado, a todo club le interesa tener jugadores en un escaparte tan enorme, es sinónimo de prestigio. Cada uno que compre la teoría en la que más crea, hay opiniones diversas. Y conflictos de intereses por medio.

Sí hay más antiguos miembros del Unicaja en esta cita planetaria. El seleccionador español, Sergio Scariolo, y dos jugadores de la vigente campeona, Jorge Garbajosa y Fran Vázquez. Davor Kus (Croacia), Florent Pietrus (Francia) y Daniel Santiago (Puerto Rico) completan la colonia de miembros con pasado cajista.

El adalid, pues, del Unicaja en Turquía es Giorgos Printezis, que no se incorporará a la disciplina del Unicaja hasta mediados de septiembre, una vez acabe el Mundial. Desde Ankara, donde hoy (15:00) su selección debuta ante China, el ala-pívot griego cuenta las sensaciones antes del debut tras unas últimas semanas movidas. Schortsanitis y Fotsis estarán ausentes en los dos primeros partidos por sanción tras la bronca monumental en el amistoso ante Serbia, por lo que deberá apoyar de primeras más al juego interior pese a que ha jugado más tiempo de tres que de cuatro en la preparación a las órdenes de Kazlauskas. Printezis evita pronunciarse sobre la famosa pelea -"fue desagradable, se perdieron los nervios", dice-, en la que él mantuvo la sangre fría.

El último amistoso, el miércoles en el OAKA ante Estados Unidos (59-87), despojó a la selección helena de su condición de invicta en los amistosos, pero no ha mermado los ánimos en la concentración, según Printezis. "Este equipo está condenado a aspirar alto. Ha sido exitoso hasta ahora y todo el mundo en Grecia espera que mantengamos al equipo nacional al más alto nivel. Y todo depende de nosotros", asegura el jugador cajista. Respecto al pasado Eurobasket, en el que Grecia fue bronce, se recupera a Diamantidis, pero permanece fuera Papaloukas. Un bloque aguerrido y con clase al mismo tiempo. Spanoulis, Zisis, Calathes, Bourousis, un Schortsanitis en forma... Jugadores determinantes en Euroliga. Más la proverbial competitividad helena.

"Sabemos que va a ser duro. Hasta siete equipos pueden ser considerados favoritos, al menos pueden subir al podio. Algunos de ellos echarán de menos a sus estrellas, pero debemos estar alerta. Y el objetivo es alcanzar una plaza alta, como el año pasado, como los años previos", asevera el griego, que ya sabe lo que es jugar un Europeo y unos Juegos, pero se estrena en un Mundial. Dice que le enorgullece representar al Unicaja en el evento planetario y que está pendiente de la actualidad del equipo. Se alegra de la renovación de Archibald, uno de sus mejores amigos en la plantilla, y asegura que todo será más fácil esta temporada porque la mayoría conoce la filosofía de Aíto. Como ha sostenido durante el verano, su preferencia era quedarse en Málaga y así sucederá. Antes de venir, se centra en conquistar una medalla en Turquía. "Hay dos partidos a vida o muerte antes de pelear por las medallas. La línea que separa el éxito del fracaso es muy fina", deja como última reflexión el único jugador del Unicaja en el Mundial. Será la representación cajista.