axa barcelona-unicaja · La crónica

El Unicaja dilapida una gran opción

  • Oportunidad Los malagueños no ajustician a un Barcelona muy menor Final Ndong y Welsch dispusieron de sendos tiros para forzar la prórroga

Rara vez se encontrará el Unicaja con una oportunidad tan propicia para vencer en el Palau Blaugrana. Un Barcelona liberado de la supuesta tiranía de Ivanovic, pero muy menor para lo que se le presupone a un equipo de su costo y jerarquía, concedió una pila de oportunidades que el conjunto malagueño dilapidó con una preocupante inconsciencia. Perdió el Unicaja por una diferencia muy asumible pensando en el hipotético averaje para la vuelta (64-62) en caso de probables empates. Dentro de tres semanas igual hay que celebrar este resultado, pero hoy no hay consuelo. Las oportunidades vuelan y no regresan, más en una liguilla tan efímera como el Top 16. No le hincó el diente el equipo de Scariolo a la bandeja de concesiones que desfiló delante de sus narices y quizá lo lamente en el futuro. En un partido impropio por su calidad de estas instancias de la Euroliga, el Barça fue el menos malo y diríase que ganó hasta por inercia, por el peso de su camiseta. Ndong y Welsch dispusieron de dos tiros para forzar la prórroga después de que Kus errara un libre a propósito en la jugada final. No hubo acierto. Fue la tónica del partido, de un Unicaja que compitió, pero sumamente errático en un duelo de escasa calidad que se quedó en Barcelona.

¿Basta con competir? Ayer no, ayer había un rival muy ganable enfrente. Al principio del partido los síntomas fueron desalentadores. La dificultad para anotar (nueve puntos al final del primer cuarto) contrastaba con el buen hacer defensivo, que dejaba a Lakovic en cero puntos en estos 10 primeros minutos. Popovic cumplía bien atrás, pero en ataque no aportaba ideas claras y era incapaz de hacer jugar al equipo. Se le suele reprochar a Cabezas justamente eso, pero ayer alguno se tuvo que dar cuenta de la evidente trascendencia del malagueño en el juego de este equipo. Castle debutó a falta de tres minutos para el final del primer cuarto. Con cuatro entrenamientos no se le puede juzgar, pero no aportó gran cosa.

Entró Pepe Sánchez en pista y el Barcelona empezó a correr, aprovechando la superioridad en rebote (17-9 el marcador al final del primer cuarto). Y cuando Lakovic entró ebullición (13 puntos en el segundo periodo), el partido cobró otra dimensión (30-18). Era un Barça voluntarioso, despojado de las cadenas de Ivanovic, pero en una versión light. Marconato hacía pupa con el tiro desde cuatro-cinco metros, para desesperación de Scariolo por la pasividad de Santiago. Apenas tres minutos fue la fantasmagórica presencia del puertorriqueño en la cancha. Con el Unicaja trampeando para mantenerse en el partido con triple de Popovic y el zurdo ala-pívot (34-29, 36-31), otro jarro de agua fría. Personal y antideportiva para Haislip en la misma jugada. Decisión muy discutible. Cuatro tiros libres encestados por Lakovic, balón azulgrana y más hueco en el descanso (40-31), con otro actor destacado: Fran Vázquez.

Tras el descanso, el cuadro malagueño se agarró al partido ante un Barcelona desnortado. Recortó punto a punto a pesar de errar tiros libres (dos de un preocupante Jiménez y otros dos, inusuales, de Germán) que podrían haber comprimido el duelo aún más (46-43 tras una técnica al banquillo azulgrana. No estaba Ivanovic). En medio de la bronca del Palau a los árbitros, el Unicaja seguía en pie, apoyado en las fibras negras de Sanders, Haislip y Ndong.

Rebajó Haislip la distancia (55-52), pero la ristra de imprecisiones ofensivas impedía al Unicaja aprovechar el buen trabajo atrás. Balones perdidos (21 al final) en pases a la mano o al hueco, rebotes que quedaban en el otro lado y puntuales puyas de Alex Acker hicieron daño.Se engancharon al final los cajistas. Pepe, Berni y Lakovic erraron tiros libres, en medio del caos (64-61). Kus tiró a fallar. Como erraron Ndong y Welsch en el rebote. Y la opción de ganar se marchó. ¿Regresará?

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