Málaga master internacional de tenis

Dos amigos le ponen hoy la guinda al espectáculo

No será la reedición del emotivo Masters de Shangai porque Ferrer no llegó a la final, pero para un torneo eminentemente de exhibición no puede haber una final más cómplice que la que medirá a Moyà y Nadal, seguramente los mejores amigos del circuito tenístico. Pese al desfase generacional (diez años les separan), estos paisanos son uña y carne. La ciudad podrá comprobarlo hoy en la final del Málaga Master, donde se aguarda sin duda la mejor entrada del fin de semana.

La imagen del Carpena dio ayer una versión más acorde a la que exige este torneo internacional. David Ferrer y Carlos Moyà, que abrieron la primera semifinal, ya dieron cuenta de ello, aunque, dentro del guión de la previsibilidad, la entrada en escena del número dos del mundo compuso el escenario más animoso visto en los primeros días de competición. No obstante, el público se dejó querer ayer por un Ferrer que tuvo momentos de complicidad con una afición que no dejó de animarlo en su choque ante Moyà.

Cuando el icono manacorí entra en juego nadie se acuerda de que no hay títulos ni puntos ATP en juego, que la temporada echa el cierre en Málaga sin nada en juego. Rafa no quiso defraudar y, aunque de forma progresiva, acabó regalándole al público malagueño golpes de hermosa factura y una faceta inédita en él cuando compite: las sonrisas.

Ver su cara amable, muy lejos de esa mirada del caníbal que apoca a sus rivales en los grandes torneos, fue no sólo un guiño al espectáculo, sino también una feliz respuesta a una semana viendo al campeón español sacudido por la polémica de su inestable tobillo. "No sé si la carrera de Rafa corre peligro", dijo su tío y entrenador, Toni Nadal, a principios de semana acerca de sus crónicas molestias, que tildó de "muy graves". La desafortunada ambigüedad de esas palabras, pese a los desmentidos del propio tenista y su médico personal, no evitó que incluso el prestigioso L'Equipe le dedicara la portada del viernes. "¿Qué futuro para Nadal", titularon una información en la que aventuran una corta carrera para el manacorí. Cualquier momento es bueno para atacar desde Francia al tres veces campeón de Roland Garros, donde la facilidad hispana para ganar es difícil de digerir. En su primera aparición tras el maremágnum calló bocas con algunos golpes espectaculares.

La motivación de los insulares por su choque de hoy se puso de manifiesto en las palabras que ambos pronunciaron en sendas ruedas de prensa. "Tengo ganas de enfrentarme a él, no lo veo nada lesionado", dijo Moyà. "Este partido me motiva mucho porque conozco muy bien a mi rival", sentenció Nadal.

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