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El 'autoatropello', el colmo de Banega

  • La Red demuestra que el argentino del Valencia se destrozó el tobillo en una gasolinera

El futbolista argentino Ever Banega añadió el autoatropello a su serie de catastróficas desdichas desde que llegó al Valencia, una carrera salpicada constantemente de insólitos sucesos que lastraron su despegue y que lo tendrá de baja 6 meses al menos.

El argentino terminó en la tarde del domingo su entrenamiento en solitario después de no viajar con su equipo a Barcelona al padecer unas molestias físicas. Salió en su lujoso coche y al ver que no le quedaba demasiada gasolina paró a repostar en un surtidor.

Al argentino, de naturaleza despistada, se le olvidó poner el freno de mano de su coche, que aparcado en una pequeña pendiente comenzó a moverse. Con tan mala suerte que su pie se quedó atrapado entre el bordillo y una rueda, provocando una fractura de tobillo con la que se despidió de la temporada.

En el momento en el que se supo la noticia y las circunstancias del suceso, numerosos medios de comunicación dudaron sobre la veracidad del mismo, dados los antecedentes del futbolista, y hasta se especuló con la posibilidad de que el argentino se hubiera fracturado el tobillo bailando en una discoteca.

Pero como en la era de los smartphones casi todo se graba, aparecieron ya imágenes del futbolista en la gasolinera retorcido de dolor. No hay duda: su propio coche lo atropelló.

Este hecho se añade a otros protagonizados por el jugador, que nada más llegar a España, en 2008, se vio envuelto en una enorme polémica por un vídeo de contenido sexual difundido en internet.

Conocidos los detalles de varias salidas nocturnas y problemas de adaptación a un nuevo fútbol y una nueva vida, Banega fue cedido por el Valencia en la siguiente temporada al Atlético de Madrid, donde de nuevo le acompañó su fama de joven amante de las fiestas.

Volvió al año siguiente a su club de origen y su relación con la hinchada del Valencia vivió su punto más bajo en julio de 2011, cuando apareció en las redes sociales con una camiseta del Real Madrid, un equipo escasamente querido por su afición.

Esta circunstancia provocó que Banega recibiera un sonoro abucheo días más tarde, durante la presentación de su plantilla ante la hinchada en el inicio de la nueva temporada.

Su nueva lesión no puede llegar en un momento más inoportuno, justo ahora, cuando la temporada inicia su tramo más decisivo. No sólo eso, sino que Banega estaba atravesando su mejor momento desde que llegó al Valencia. Titular indiscutible, el club anunció hace un mes la ampliación de su contrato hasta 2015, mientras su hinchada le aclamaba en cada encuentro.

Pero ahora llega el autoatropello, la operación y un período de convalecencia de seis meses. Una montaña más que superar en el tortuoso camino de Banega desde que dejó Argentina.

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