Fernando Alonso tiene claro que la clave para optar a su tercer título, el primero con Ferrari, estará en su nuevo coche, algo que le preocupa más que el rendimiento de sus principales rivales.

Tras el anuncio de que el finlandés Kimi Raikkonen volverá a competir a bordo de un Lotus Renault, el campeonato que arrancará en Melbourne (Australia) el próximo 18 de marzo contará seis campeones mundiales: los dos citados, los alemanes Michael Schumacher (Mercedes) y Sebastian Vettel; y los británicos de McLaren: Jenson Button y Lewis Hamilton. Pero, al margen del potencial de sus oponentes, el asturiano está más pendiente de lo que tiene dentro, del monoplaza que Ferrari presentará el próximo 3 de febrero en Maranello. "Seguramente, lo que más me preocupa ahora es el propio trabajo de mi escudería", señaló el español, al tiempo que su director deportivo, el italiano Stefano Domenicali, apuntaba que Ferrari está "en deuda" con él debido al enorme compromiso que ha mostrado.

"Si hacemos las cosas bien, podremos luchar por el campeonato. Si el coche va lento o cometemos demasiados errores, no estaremos en la pelea por el título. Tendremos que centrarnos en estas dos cosas: un coche muy rápido y, después, hacer una buena temporada", respondió el ovetense, que afirmó que "no existe obligación de ganar". "No hay ninguna imposición. Pero existe el deseo de recuperar el dominio que tuvo Ferrari durante la pasada década", afirmó.

Alonso explicó que ya ha visto el nuevo monoplaza, pero "sólo en el túnel del viento". "Soy optimista, porque se está trabajando a tope. Pero hasta la segunda o tercera carrera, no sabremos realmente cuál es su potencial", indicó el español, que valoró de forma positiva las nuevas incorporaciones, entre ellas la del japonés Hirohide Hamashima, que será el responsable del área de neumáticos, talón de Aquiles durante la pasada campaña.

Por último, Alonso mostró su enojo porque la Fórmula 1 sea "el único deporte en el que no dejan entrenar". "Imagínate a un futbolista al que le obligan a estar dos meses sin tocar el balón", destacó refiriéndose a las limitaciones existentes para rodar con los monoplazas con los que los pilotos disputarán el Mundial.