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Bajo el efecto placebo

  • Cruce Un Málaga en estado de gracia desde el regreso de Abdullah Ghubn visita al Levante, al que un triunfo le daría la salvación virtual Al fin Once jornadas después, los de Pellegrini pueden salir del hoyo

Cuando más humo echaba la cabeza de Manuel Pellegrini, a quien todas las notas que tocaba le sonaban desafinadas, Abdullah Ghubn al fin tomó un vuelo para cambiar su emirato de retiro por el blanquiazul. Metió a su plantilla en el vestuario y, sin pintar en la pizarra ni hablar de tácticas, urdió un mensaje que llegó a la cabeza de los jugadores mejor que los postulados del chileno. El resultado son dos victorias consecutivas, hecho inédito en la campaña, 180 minutos sin encajar un tanto, otro Guinness en la temporada, y un fútbol impensable para un equipo que parecía estar jugando con las botas puestas al revés. Ahora que no se atisban nubes en el horizonte, aparece en el visor el Levante, y las horas previas al encuentro no son de miedo, tensión o angustia, sino de ánimo, esperanza y responsabilidad. Ver para creer.

Se esperaba la vuelta del dueño de facto (ya hace tiempo que el entorno se ha resignado a ver el jeque pisando el asfalto malagueño) para poner orden en un equipo alterado y desorientado, no el efecto placebo tan tremendo que ha creado en la plantilla. Las declaraciones de cada jugador posteriores a la terapéutica abdullina dejan al vicepresidente blanquiazul como el flautista de Hamelín. Corrido el velo del parón, útil para desentumecer los músculos, puñetero por el buen momento futbolístico, los bríos del Levante provocan un cruce de atmósferas positivas.

Para los del presupuesto y salarios más pequeños de la competición, quién lo iba a decir, el partido es la primera puerta a la salvación virtual. No sólo sería plantar bandera en los 38 puntos, sino dejar la permanencia a nueve. El refuerzo moral para el Málaga no llegaría a tanto, aunque cambiaría las piedras del camino por los primeros pétalos de la campaña: once jornadas después, los de Pellegrini podrían quitarse del cuello el yugo del descenso.

El irónico premio para dos condenados a sufrir puede ser un condicionante en el encuentro. La primera lectura táctica del encuentro será entender el juego para ir a buscar la recompensa, no para escapar del peligro.

Si fuera poco, las historias de ex y reencuentros aderezan la carga simbólica del choque. No estarán las ganas de revancha de Caicedo (hoy se confirmará oficialmente como fuera de la convocatoria) ni de Xavi Torres, éste administrativamente. Sí Munúa, Juanlu (al que no le dejaron crecer en el equipo de su tierra y al que hasta dos veces se le frustró el fichaje como blanquiazul) y Valdo, éste el menos rabioso de todos. Todos salen perdiendo con las bajas, aunque Pellegrini, que esta semana probó con Sandro Silva como titular, lamentará la ausencia de Weligton junto a Demichelis.

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