Jugar contra el Barcelona es como recorrer un desierto. Hacerlo sin Toulalan se antoja más complicado que subir una pirámide. Pero así son las cosas. Cumple ciclo de amonestaciones el francés y el Málaga se queda sin su hombre boya en la medular. Justo ante el equipo de la Liga que más monopoliza el esférico. Mal negocio ese. Pellegrini no tiene que reinventarse un equipo, tiene que levantar un nuevo edificio.

Jeremy Toulalan es el tercer futbolista de la competición que más esféricos roba. Gracias a él, las fugas del Málaga en el campo son menos. Contribuye a que el equipo no se parta tanto, a sujetarlo cuando lo hace. Evita más problemas a la zaga y hace descansar a la afición, que sabe que no hay mejor parapeto con él. Existen en la plantilla futbolistas jugadores de su corte para sustituirlo, pero no de su talla. Hoy, día de la semana que los técnicos usan para hacer más pruebas pensando en el próximo encuentro, el casting alcanza su punto álgido.

Las hipótesis parten de un condicionante: Apoño está pero no cuenta. Sería el reemplazo idóneo, sin duda. En bruto, tienen opciones Camacho, Recio, Maresca, Cazorla, Duda y hasta Isco. A la hora de la verdad, a priori se caen de la pugna el de Arroyo de la Miel, llamado a jugar en posiciones más adelantadas, y Recio, que todavía no ha disputado un solo minuto oficial esta temporada. Camacho, Maresca, Cazorla y Duda están llamados a ser los que opten al doble pivote contra el conjunto de Pep Guardiola.

Si Pellegrini mantiene su idea de hacer que el asturiano juegue como medio centro, como así parece que continuará siendo, Camacho figura con más posibilidades que ninguno de ser el Toulalan de urgencia. Serían la pareja complementaria, creatividad el primero, intensidad el zaragozano. Con Duda en esa posición el Ingeniero ya tiró la toalla semanas atrás. Al italiano le falta recorrido físico para aguantar el alto ritmo que opone siempre en sus partidos el Barcelona. La baja de Toulalan será siempre inoportuna e indeseada, si bien este domingo lo es más que nunca.