Se presenta un ilusionante final de temporada para el Unicaja. En el mejor de los casos, a finales de junio estará peleando por el título de la ACB. Un escenario seguramente impensable a comienzos de la temporada pero factible por la arrebatadora temporada regular que está realizando el equipo. Pero queda mucho para pensar en eso y lo más posible es que si la mente vuela demasiado no se consiga nada. Aunque en este tramo hay muchas cosas por demostrar.

En estos seis últimos partidos de temporada regular y en el play off se terminarán de poner las notas a los jugadores a final de temporada. Y se vive una paradoja. El exceso de buen rendimiento puede ser un billete a la salida, casos de Granger y Kuzminskas. A la inversa, hay jugadores con los que existen dudas razonables sobre su continuidad a los que se terminará de evaluar en el tramo más caliente de la campaña.

"Veo a todos los jugadores aquí el año que viene, pero sabemos que si hacemos algo grande será un poco difícil que no llamen la atención", decía la pasada semana Carlos Jiménez en Radio Marca. "Lo ideal sería mantener ocho o nueve de los 12 actuales, sería una gran señal para el equipo", recalcaba, como ya decía la temporada pasada como filosofía para construir un bloque sólido, Joan Plaza en una entrevista enLa Opinión.

De los 12 profesionales de la plantilla, Stefan Markovic, Carlos Suárez y Fran Vázquez tienen contrato garantizado para la próxima campaña. Germán Gabriel, Granger, Stefansson y Toolson acaban contrato, sin más vínculo que el derecho de tanteo en el caso de los tres primeros para equipos de ACB. Con Granger y Toolson han existido, en el caso del uruguayo muchos más intensas, conversaciones sobre para ampliar el contrato. En ambos casos son operaciones complicadas. Sobre Vasileiadis, Kuzminskas, Green, Thomas y Golubovic recaen opciones unilaterales de extensión de contrato por parte del club, con las consiguientes cláusulas de salida por parte de los jugadores.

Son dos meses para reforzar ideas y despejar dudas. Es quizá en este último grupo de opciones en el que existen más dudas. No las hay sobre extender a Kuzminskas, pero sí sobre la posibilidad cacareada de que emplee su cláusula de salida, en torno a los 750.000 dólares, para marcharse. Se dialogó para una ampliación, similar a lo que se hizo con Zoran Dragic, pero no se concretó. El ejemplo del esloveno, con el que se habla con frecuencia desde el vestuario, se tiene presente para aquellos que ponderan el salto a la NBA.

Con Vasileiadis existió un pacto tácito cuando se firmó el pasado verano para respetar la cláusula de continuidad. Tras pasar un año cobrando bastante por debajo de su caché anterior su ficha se ampliaría más del doble en el siguiente. Pero en el contrato se recogen cláusulas de ruptura por las dos partes. Vuelve tras su lesión el griego con ganas de demostrar su mejor versión, que se empezaba a ver cuando se lesionó dos veces.

El rendimiento de Thomas es sólido durante toda la temporada y el de Caleb Green va en aumento. A simple vista es una posición mejorable la de cuatro, pero su complementariedad satisface a Plaza y estos dos meses es un buen tramo para medirles con el extra de presión de los play off. Algo parecido sucede con Golubovic, el jugador de la plantilla con mejor valoración por minuto en pista tras Kuzminskas (0.55 por 0.56 del lituano) pese a que en apariencia se piense que pueda dar más.

El año pasado se contaba con Dragic, Sabonis y Stimac y, por divesas circunstancias, se acabaron marchando. En este la idea es seguir con el 80% de la plantilla. Vienen dos meses de reválidas, para bien o para mal.