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"Con pelea y esfuerzo sí somos buenos"

  • Chus Mateo recuerda que su equipo debe jugar a tope para lograr victorias: "Cuando pensemos que podemos ganar sin dar el 100% tendremos problemas para vencer"

Chus Mateo es coherente en su discurso, aunque a veces la prudencia se excesiva. Mejor exceso que defecto. El jueves pasado retrataba con asombroso parecido lo que iba a ser el encuentro de ayer. "No ganaremos el partido ni en el minuto 20 ni en el 30, habrá que pelear al final", decía en el pasillo de vestuarios del Martín Carpena. Su equipo ganó, efectivamente, en el tramo final después de madurar el partido durante largo tiempo ante un equipo que gustó por sus maneras. "Enfente tuvimos un rival muy serio, un equipo que juega muy bien, muy bien entrenado, muy serio como bloque. Pelearon al máximo por estar en el partido todo el rato. Tuvieron un acierto grande en la primera parte que les hizo seguir vivos hasta el último momento. Hemos tenido paciencia. Sabíamos que seguramente no íbamos a ganar con una diferencia holgada, que lo íbamos a tener que trabajar muchísimo. Cuando han surgido problemas hemos estado serios y hemos conseguido la victoria", comenzó Mateo su alocución.

"La primera parte no ha sido mala defensivamente", especificó Mateo: "su acierto ha sido altísimo. Hemos conseguido bajar los porcentajes en la segunda mitad. El hecho de seguir dominado el rebote nos ayuda a tener más opciones de victoria. Sacar partidos contra equipos que te plantean problemas porque se juegan la vida con la permanencia tiene doble valor. Este partido es mucho más reconfortante que otros triunfos que sacamos con más facilidad y que nos han hecho pensar que podíamos ganar trabajando lo mínimo. Ante los problemas hay que apretar un poco más. La idea la tenemos clara, tiene que calar antes de cada partido y cada entrenamiento. Tenemos que seguir trabajando como si fuéramos un equipo que va día a día. No podemos pensar que somos mejores. Podemos ser buenos sólo si nos esforzamos y peleamos. Cuando pensamos que podemos ganar sin dar el 100% tendremos problemas. Hay que demostrarlo no sólo un día. Está muy reciente lo que pasó en San Sebastián. Ese nivel de recuerdo debemos tenerlo todos: el entorno, los compañeros, nosotros mismos...".

Llega un tramo final de calendario de traca, con varias visitas complicadas, pero Mateo sólo quiere ojos para el futuro próximo: "Hay que pensar en el siguiente partido. El calendario es el que es. Tres partidos fuera y uno en casa. Nos queda un partido el domingo, a partir de esta tarde vamos a centrarnos en el siguiente partido: domingo por la tarde en Valencia. Si ganamos tendremos alegría, si no seguiremos. Cada partido no es un match ball, no podemos entrar en esa espiral. Llegamos una buena línea, de los últimos siete hemos ganado seis, con sólo cuatro derrotas en la segunda vuelta. Miro a Valencia sólo. No podemos mirar hacia arriba sin distraernos".

Por último, Mateo, que confirmó que Saúl Blanco no jugó por decisión técnica, no quiso destacar a nadie en concreto, sino al grupo. "Antes de que se rompiera el partido se hecho un trabajo, han aparecido 11, coincide que estaban cinco jugadores cuando nos vamos. En ningún caso es mérito de unos u otros. Saúl no ha intervenido, pero el triunfo es suyo, incluidos los que entrenan y no juegan, como Guille Rubio. Todos tienen su mérito".

Pasó otra jornada y el Unicaja mantiene el sexto, pero sigue empatado con el octavo. Gran Canaria y Fuenlabrada, sus más inmediatos seguidores, consiguieron sendas victorias. Los primeros de forma más o menos cómoda ante el Lagun Aro. Los segundos, con un espectacular triple desde ocho metros de Kristaps Valters sobre la bocina.

El octavo ya lleva 17 victorias, cifra que en las dos últimas temporadas de Sergio Scariolo bastó al Unicaja para pelear por el título. Esta vez parece más complicado que valga incluso con 18, aunque puede haber una fractura que haga que baste ese número y no sea necesario llegar hasta las 19.

El Blancos de Rueda perdió, como era previsible, contra el Barcelona y marca la frontera con 16 triunfos, en el noveno puesto. Le sigue Estudiantes, con 15 pero con un partido menos. Será el próximo jueves en Sevilla contra el resacoso Cajasol después de su excitante aventura europea en Treviso. Un triunfo de los vecino sería un balonazo de oxígeno para el Unicaja, puesto que se distanciaría a dos victorias a un rival con el que está perdido el average. La línea descendente que dibuja Blancos de Rueda, al que además se le tiene bien ganado el average al haberle vencido en los dos partidos, permite más optimismo.

Por arriba, el Bilbao está de nuevo a un triunfo, aunque el calendario de los de Katsikaris en este tramo final se presenta asequible. Como bien dijo Chus Mateo en la rueda de prensa posterior al encuentro, Valencia debe ser el pensamiento unánime en el vestuario. Si se hacen los deberes, las cuentas con lo que hagan los demás pueden romperse. En manos del Unicaja está depender o no de otros.

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