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Dos tantos para soñar tras 265 minutos de sequía

  • Eliseu cortó dos partidos y medio sin gol · Se rompió una redonda estadística a domicilio: iguales victorias, empates y derrotas (20) y goles a favor y en contra (74)

Los resultados adelantados de Real Sociedad y Sporting de Gijón, el tanto de Canobbio y la imagen de fútbol plano dada por el Málaga en Balaídos hasta el descanso configuraban la situación más nerviosa de toda la temporada. La gran explicación al bajón blanquiazul estaba clara: su sequía anotadora. Los problemas físicos de los dos baluartes, Baha y Salva, a su vez alimentaban esta explicación. Todo cambió, y de qué manera, tras el tanto de Eliseu a los 65 minutos. Entonces finalizaba una racha de 265 sin hacer gol y empezaba una de cinco mágicos culminados por Iván Rosado.

Antes del bonito gol del ex de Os Belenenses, que cristalizó una rápida transición entre Cheli y Baha, hubo un largo periodo con los goles en barbecho. Desde el tercer tanto de Gerardo ante el Sporting de Gijón hace tres semanas (minuto 70), la puntería blanquiazul había quedado narcotizada. Dos partidos enteros y otro medio sin el punto fuerte que ha llevado al Málaga a una bendita temporada eran demasiados para un aspirante al ascenso.

parejas resolutivas

De un pesimismo fundado a una súbita alegría, medió la providencia de Eliseu e Iván Rosado. Dos inhabituales en esta faceta, el primero porque suele darlos y el segundo, porque no suele disponer de muchos minutos (lleva dos goles en 188). Baha, quien en cada acción sigue evidenciando que su pie derecho está mermado para rematar, se adaptó y le dio una extraordinaria asistencia al luso para el empate. En el del onubense hubo doble reivindicación. 67 años suman Iván Rosado y Sandro. Éste le dio al atacante un magnífico pase al hueco para que culminara con paciencia y un toque inteligente. Su asociación en un tanto esperanzador dejó claro que ni la edad ni el banquillo pueden con ellos.

Por cierto, aunque pueda sonar erróneo, la de ayer fue la primera asistencia de Sandro en todo el campeonato. Resultó decisivo en una que se inventó para Baha en el Málaga-Xerez (1-0), pero el remate de éste se topó con Porato y fue Rossato quien marcó el tanto en el rechace.

En un día de perfectas sociedades, una que nunca parece estar en buena sintonía, la que integran Goitia y Weligton, casi arruina la faena de aliño de manera absurda y ridícula. Una salida de puños del vasco al alimón con el intento de despeje del brasileño derivó en un cabezazo al palo de Perera. En Vitoria (Welington mediante) o contra el propio Celta en la ida (Quincy envió fuera), ya se vio esa falta de entendimiento entre ambos.

goles para la historia

En una jornada marcada por los números, el Málaga saltó a jugar a Balaídos con una muy curiosa estadística a cuestas: bajo la actual denominación, en Segunda División había jugado 60 partidos con reparto equitativo de victorias, empates y derrotas. Por si fuera poco, sumaba 74 goles a favor y otros 74 en contra. Canobbio rompió la igualdad para hacer la tarjeta negativa, pero los astros se alinearon para que la vigesimoprimera fuese la victoria y no la derrota ni el empate.

Y si meritorio fue el tanto de Iván Rosado, que llevaba la carga añadida de ser determinante en la carrera por el ascenso, también llevó premio estadístico: fue el número 50 del equipo en la presente temporada.

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