Con problemas económicos o no, el listón de la ilusión del Hexa está demasiado alto. Por ello, ayer se dedicó a lo que mejor sabe e hizo lo previsto ante el colista de la competición, el Atlético Boadilla de Madrid, que dio más guerra de la esperada y no dobló la rodilla hasta los minutos finales (27-25). Gracias a este resultado, los de Juanjo Fernández se hicieron con su tercera victoria consecutiva de la temporada y se plantaron en la segunda plaza de la tabla de la División de Honor B.

Con el apoyo de un pabellón de Maristas lleno como de costumbre, el conjunto colegial dominó la primera parte, aunque su superioridad no se reflejaba en el marcador. Lo impedía en plan estelar el portero visitante, Maik Ferreira, que evitó los numerosos arreones estudiantiles. Merced a la oposición y suerte capitalina, el Hexa sólo pudo irse al descanso con una renta a favor de tres goles (16-13).

Los malagueños, con su habitual defensa en dos líneas, fue abriendo brecha hasta alcanzar la mayor renta del partido (19-15), pero poco a poco bajaron el pistón. El cuadro madrileño, de la mano de un motivado Gonzalo Navarro, empezó a creérselo y así el choque se estrechó hasta límites insospechados. Para añadir más emoción, el local Alcedo erró en seis metros y permitió al Boadilla lograr el empate a dos minutos para el final (25-25). El técnico visitante solicitó tiempo muerto y segundos después lo hizo Fernández. La estrategia le funcionó al técnico malacitano y Jesús Hoyos anotó el definitivo 27 a 25, lo que produjo el suspiro en la grada.

Este triunfo deja al Hexa segundo en la clasificación, merced a la victoria del Pozoblanco, ahora líder, al Almoradí y el empate entre el Bidasoa y el ARS Palma. Una gran noticia para un club en incertidumbre.