Economía

El BCE resalta la fortaleza del euro como la moneda más estable del mundo

  • José María González-Páramo asegura que "carece de sentido" pensar en un posible rescate de España si el país continúa, "de manera escrupulosa", con las reformas puestas en marcha

El euro no está en crisis. Es más, la moneda única es el mayor logro que ha conseguido la Unión Europea. Así de tajante se mostró ayer el miembro del Comité Ejecutivo y del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, quien participó ayer en el Foro Joly Andalucía celebrado en Córdoba y patrocinado por BBK Bank Cajasur. El conferenciante mandó un mensaje claro -ante una amplia representación de la vida social, política y económica de la capital- sobre la fortaleza del euro como la moneda "más estable del mundo", frente a las últimas informaciones que apuntan a una crisis de la moneda única debido al declive de economías como Grecia o Portugal o los problemas financieros. Sin embargo, el descenso del crecimiento económico de los países de la zona euro no es consecuencia de la moneda única, sino de un problema de confianza que las instituciones europeas quieren frenar con el impulso de dos medidas claves. Por un lado, el Pacto por el Euro y, por otro, el Pacto de la Estabilidad y el Crecimiento (PEC), dos instrumentos que propiciarán "un sistema más creíble", según apuntó González-Páramo.

En estos momentos existe un desajuste debido a la desigual tasa de crecimiento de los países de la zona euro que no están saliendo de la misma manera de la crisis económica. Estos dos pactos, según apuntó el economista, pretenden conseguir un consenso para lograr la estabilidad en el continente. La importancia es tal que González-Páramo aseguró que "si Europa quiere pintar algo en el mundo no tenemos más remedio que pensar que lo tenemos que hacer a través de la moneda única". El Pacto por el Euro plantea objetivos financieros como sanear las cuentas públicas y las de los bancos y objetivos relacionados con mejorar la competitividad e incrementar el empleo. Un mayor esfuerzo en capital humano es otra de las cuestiones que planteó el directivo del BCE durante su conferencia.

En cuanto al Pacto por la Estabilidad, González-Páramo apostó por "políticas de productividad que comprometan a los países en desarrollo y competitividad". Además, también hizo alusión a una flexibilización del Fondo europeo de rescate para evitar el riesgo de contagio y aplicar reformas en el sistema financiero para sostener la institución, además de una mayor coordinación internacional. Estas medidas, según apuntó el economista, "no son fáciles" desde el punto de vista político, ya que cada país "tiene que hacer los deberes" y todos forman parte de un escenario internacional complicado, donde se busca un objetivo global a partir de las individualidades y particularidades de cada Estado. En el caso de España, sus obligaciones pasarían por seguir aplicando "de manera escrupulosa" las medidas que ha puesto en marcha como los recortes en gasto público a lo que se tiene que sumar "una reestructuración del sistema". "Poniéndonos manos a la obra", aseguró González-Páramo, "tendremos la moneda más sólida del mundo".

Precisamente el conferenciante resaltó las medidas de ajuste aprobadas por el gobierno español y dijo que, gracias a ellas, "pensar en un posible rescate" de España por parte de la UE "carece de sentido". González-Páramo se atrevió incluso a decir que "está en la mano de cada país" evitar que Europa tenga que intervenir su economía, ya que el trámite se ahorraría si cada gobierno aplicara los ajustes necesarios "en lugar de tener que ser impuestas" desde la UE. De hecho, definió el rescate que han sufrido Grecia, Irlanda o Portugal como "aquello que podrían haber hecho solos, pero han tenido que ser obligados" y aceptar las condiciones de Europa a cambio del rescate de la deuda que acumulan.

En el caso griego, el directivo del BCE se refirió a una posible reestructuración de la deuda, a la que se opone "totalmente" la institución que representa "después de haber analizado las consecuencias que tendría" y que comparó con las de la quiebra de Lehman Brothers. "La reestructuración no debe formar parte de ningún escenario central en una economía avanzada. No ha ocurrido desde la II Guerra Mundial y no debe ocurrir ahora", advirtió. Además, recordó que ya hay "un plan, acordado por la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, con la participación del Banco Central Europeo, que parte de reconocer y valorar que la deuda pública en Grecia es sostenible y que el Gobierno griego está comprometido a adoptar una serie de reformas y de medidas de consolidación presupuestaria que le permitirán recuperar o afianzar la sostenibilidad de cara al futuro".

El economista González-Páramo insistió en su discurso sobre la fortaleza del euro haciendo alusión a una encuesta reciente en la que se apunta que, a pesar de la crisis, ocho de cada diez europeos sigue pensando "que el euro ha sido una buena idea" frente a un 17% que está en contra de la moneda única.

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