El presidente del Consejo Superior de las Cámaras de Comercio, Javier Gómez-Navarro, presentó ayer su dimisión con carácter irrevocable, aunque permanecerá en el cargo como presidente en funciones durante 15 días, hasta que se convoque el pleno extraordinario para elegir a su sustituto.

Aunque el comunicado de las Cámaras justifica la dimisión de Gómez-Navarro por "motivos estrictamente personales y como un gesto de responsabilidad institucional", en los últimos meses el ex ministro socialista había manifestado su discrepancia con el Gobierno sobre la supresión de la obligatoriedad de la cuota cameral que pagan las empresas, una de las principales fuentes de financiación del organismo.

De hecho, en el propio comunicado de las Cámaras, Gómez-Navarro alude a que las "nuevas circunstancias que afectan a las Cámaras y su futuro modelo de funcionamiento requieren de una absoluta dedicación" que sus compromisos empresariales y profesionales no le permiten atender. Gómez-Navarro tira, así, la toalla ante la imposibilidad de lograr que el Ejecutivo dé marcha atrás a aquella supresión o busque alguna alternativa.