El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, se mostró ayer satisfecho por los beneficios logrados por las entidades bancarias europeas en 2009, aunque recordó su "deber y compromiso" hacia los contribuyentes y advirtió que el BCE no aceptará que se produzcan restricciones en el suministro de crédito.
"Prefiero que los bancos ganen dinero a que lo pierdan", dijo después de la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, que mantuvo los tipos de interés en el 1% para impulsar la economía, al ser cuestionado por los buenos resultados de entidades como Deutsche Bank o Santander. "Pero no es aceptable que haya restricciones de crédito".
Asimismo, instó a los bancos a no aprovechar estos resultados positivos para destinar sus beneficios a repartir dividendos a sus accionistas o pagar bonus a sus ejecutivos.
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