Entrevistas

La 'aventura' de hacer un crucero

Viajar en crucero pasa a convertirse en deporte de riesgo. Tras la tragedia del Costa Concordia, en la que fallecieron al menos 25 personas, otro buque de la misma naviera, el Costa Allegra, quedó el pasado lunes a la deriva en el Océano Índico con más de 1.000 personas a bordo, en una zona habitualmente infestada de piratas. El barco, sin rumbo tras declararse un incendio en la sala de máquinas, dejándolo sin electricidad y sin poder navegar, tuvo que ser remolcado ayer hacia las islas Seychelles. Desde la compañía se contactó con todos los familiares de viajeros y tripulación para indicarles que nadie había sufrido daños. Entre los cruceristas hay quince españoles. La compañía ha preparado el plan de repatriación de los pasajeros, que tendrá lugar entre las 48 y las 72 horas tras la llegada del barco al puerto de Mahé, la mayor isla de la Seychelles.

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