Feria de Málaga

Más gente pero menos gasto

Hace tres días que comenzó la Feria de Málaga y la crisis económica que sufre este país en la actualidad ya se ha hecho notar en todos los aspectos. La afluencia de gente no ha disminuido, pero sí lo ha hecho el gasto de estos aficionados a la popular Feria malagueña.

Las barras que están repartidas por las calles del centro son las que más éxito tienen. Aunque los precios no son una ganga, las raciones son más baratas que en los establecimientos habituales que hay en la misma zona. Los jóvenes son los más asiduos a estas barras ya que son más asequibles para el bolsillo.

Por otra parte, las familias y la gente mayor van buscando sitios más despejados y serenos y acuden a las terrazas de los bares del centro, aunque ésta no es una práctica que llevarán a cabo con asiduidad en la feria ya que la consideran muy cara. "Tomar una tortilla, tres pinchitos y 4 cañas nos ha salido por 34 euros, la verdad es que no repetiremos", declara Jesús, padre de familia.

"Este año no vendremos a comer tan a menudo como el año pasado, comeremos en casa y vendremos después a la Feria", afirma Pilar, una joven malagueña.

En la mayoría de los establecimientos no han bajado los precios, a diferencia de las barras, que sí han experimentado un ligero descenso respecto al año pasado. A consecuencia de ello, en los bares ya no es difícil encontrar sitio para almorzar. Todo esto repercute en el trabajo de los camareros, que afirman notar el descenso de la afluencia de gente a los bares de la zona del centro.

Este año parece ser que la multitud que acude a la Feria malagueña ha decidido apretarse el cinturón y no despilfarrar, aunque los jóvenes prefieren seguir invirtiendo su dinero en alcohol.

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