Hasta ahora, explicó Jonás Trueba, han mantenido deliberadamente "un perfil mediático bajo" porque no quieren dar pasos en falso, ni hacer creer que pretenden "arreglar el mundo" en dos días. Pero están convencidos, "modestamente", de que el cine español se puede pensar y gestionar (tanto política como industrialmente) de otra manera. Ahora, dicen, ya es el momento de darse a conocer, tender la mano y empezar a hacer propuestas. Por eso la Unión de Cineastas, compuesta en este momento por unas 200 personas y de espíritu "transversal" (aglutina a directores como el propio Trueba o Mar Coll, a técnicos, productores, programadores, críticos, profesores de universidad...), empezó en el pasado Festival de San Sebastián una gira de presentación que llegó ayer a Sevilla.

"Todos dependemos de todos", explicó Coll, directora de Tres días con la familia o Todos queremos lo mejor para ella. "No defendemos sólo las películas pequeñas, sabemos que tiene que existir un cine industrial, y que eso nos beneficia a todos, y que ese cine puede convivir con las películas experimentales y de autor". Partiendo de estas ideas, y tras constatar que hay "mucha fragmentación en el sector", y que "las asociaciones que ya existen están bien, pero defienden muchas veces sus intereses particulares", la Unión de Cineastas nació porque había "muchos intereses comunes que no estaban siendo defendidos", y con la intención no sólo de erigirse en un interlocutor más, sino también de "ser proactivos y generar proyectos; de proponer, no sólo reunirnos cuando haya algún problema", añadió Coll, integrante del jurado de la edición anterior del SEFF.

Todavía sin fecha precisa, la asociación organizará en 2015 un Congreso del Cine Español. Será, aseguró, "algo grande que servirá como punto de partida regenerativo". Entre otras líneas de trabajo, la Unión de Cineastas, que concederá también mucha importancia a la educación -"el cine no podrá subsistir sin espectadores exigentes y formados"- y a la exhibición -"a la vista de lo complicado que es que algunas películas salgan la luz"-, contará con un espacio para programar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Dos proyectos, dicen, que son sólo el comienzo.