Pasarela

Julio Iglesias y Miranda, un sí para toda la vida

  • El motivo por el que la pareja se ha decidido a dar este paso precisamente ahora no es otro que la improvisación.

Eran, desde hace tiempo, una de las parejas más consolidadas del panorama internacional pero, tan acostumbrados nos tenían a verles juntos, que ya casi nadie hablaba de boda. Después de más de 20 años juntos, Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger se han dado el sí, quiero, y a la manera más tradicional: por la iglesia y en la más estricta intimidad. Los escenarios elegidos fueron la parroquia marbellí de la Virgen del Carmen y la finca del cantante en Ojén el pasado martes por la mañana, por lo que no cabe sino extrañeza ante el hecho de que únicamente una docena de personas presenciaran un enlace que, no por resultar una sorpresa, no era más que anunciado.

Pero, tras muchas especulaciones y falsos anuncios, la pareja consiguió que fuera una ceremonia discreta despistando un poco a los medios. Hace apenas unos días, Julio volvía a decir en una entrevista que Miranda no sentía "ninguna curiosidad" por el matrimonio. Era una más de las infinitas veces que el artista había afirmado que no se casaban porque Miranda no quería. Al final, parece que el cantante español la ha convencido.

Según cuenta un amigo íntimo, Fernando Ónega, el motivo por el que la pareja se ha decidido a dar este paso precisamente ahora no es otro que la improvisación. Aunque cueste creerlo, según relata este allegado, Julio realizó todos los preparativos sin decirle nada a su pareja y Miranda se encontró con la boda ya 'montada' en el último momento. Entre los escasísimos invitados, por supuesto, se encontraban los cinco hijos de la pareja.

Pero, en este caso, no ocurrirá como con el enlace de Javier Bardem y Penélope Cruz, que los detalles nunca han llegado a revelarse. Hoy mismo la revista ¡Hola! tenía previsto sacar al mercado una edición especial en la que se incluye un extenso reportaje fotográfico.

Se trata, pues, de la segunda boda religiosa del cantante, que consiguió la nulidad de la de Isabel Preysler en 1978. Tras dos décadas en las que consolidó su actual fama de playboy y de soltero de oro, el cantante conoció en el aeropuerto de Yakarta (Indonesia) a una joven holandesa, rubia, de carácter paciente y nada presuntuosa. Cuentan que apenas se cruzó con Miranda, le comentó a uno de los amigos que le acompañaba en ese viaje: "Esa chiquilla va a ser mi mujer". Pero nunca había sido para ella una obsesión ni un anhelo secreto pasar por el altar. A lo largo de los últimos 20 años, se convirtió en el contrapeso ideal del artista, en la compañera perfecta para él, quien, en más de una ocasión, ha declarado que Miranda era "la mujer de su vida". Ahora este amor ha quedado sellado definitivamente ante el altar.

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