Un grupo de menores pegando a personas sin motivo alguno, de noche, y en la zona del Zaidín. Esto es lo que investiga la Policía Nacional en Granada capital, donde hasta cinco jóvenes están bajo la lupa de los agentes como presuntos integrantes de esta pandilla, los cuales "habrían iniciado una oleada de agresiones físicas violentas e indiscriminadas, sin ningún motivo aparente, y con el único fin de divertirse con ellas". Así lo informa el Cuerpo a través de una nota de prensa.

Según el relato policial, los hechos se registraron a partir del pasado mes de marzo, cuando se detectó detección de un incremento en las denuncias por agresiones ocurridas entre las 20:00 y las 23:00 horas en el distrito Sur de la ciudad, siempre por varios miembros del grupo, todos de nacionalidad española. Fruto de la investigación y los dispositivos realizados, los policías han conseguido acabar con estas agresiones, algunas de ellas realizadas a golpes y otras incluso a botellazos.

La investigación se inició cuando agentes del Grupo de Menores –GRUME- detectaron un incremento en el número de denuncias recibidas por agresiones físicas violentas realizadas de forma sistemática e indiscriminada por un grupo de jóvenes sin mediar causa ninguna más que el mero hecho de divertirse de esta manera.

Las agresiones se producían preferiblemente los viernes y sábados entre las 20:00 y las 23:00 horas en una misma zona del distrito Sur de Granada. Tras su análisis, se elaboró una hipótesis en la que se estableció un patrón común, tanto en el ámbito de actuación, como en el modus operandi, llegando a la conclusión de que los autores pudieran ser los mismos individuos en todas ellas.

El modo de actuación de los agresores era muy similar. Uno de los jóvenes agresores se acercaba a las víctimas mientras se encontraban sentadas en un banco de un parque o iban caminando por la calle y les solicitaban un cigarrillo o similar. Al rechazar la petición, el individuo volvía con otros miembros del grupo y, sin más, la emprendían a golpes e incluso botellazos, sin ninguna otra causa que justificara esta actuación. Según la Policía Nacional, algunas de las víctimas llegaron a necesitar asistencia sanitaria por las lesiones sufridas, ya que se trataba de un grupo muy numeroso con un elevado grado de violencia.

Algunos de los agresores ocultaban sus rostros, muy posiblemente para dificultar su identificación. No obstante, los investigadores contaron con la colaboración de otras unidades de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, principalmente de la Unidad de Prevención y Reacción –UPR- en el establecimiento de vigilancias y dispositivos específicos en los que se identificaba a menores que se encontraban en el lugar establecido y en la franja horaria interesada, cuyas características físicas eran coincidentes con las aportadas por las víctimas.

Los primeros dispositivos y vigilancias, revelaron la identidad de algunos de estos menores y se aprecia una disminución considerable del número de agresiones lo que, unido a las múltiples pesquisas llevadas a cabo, derivó en la investigación de cinco menores que estarían implicados en estos sucesos cometidos de forma grupal. El resultado de la investigación ya se ha comunicado a la Fiscalía de Menores en Granada.