El malagueño Jorge Gómez sigue atrapado entre los escombros del edificio en el que trabajaba en la avenida Álvaro Obregón de Ciudad de México. Al cierre de esta edición, los equipos de rescate todavía no habían conseguido dar con Jorge, que esta tarde cumpliría una semana encerrado entre los escombros. No hay noticias nuevas sobre el estado de los trabajos y su familia mantiene la esperanza aunque empieza a perder la calma. "Aún no sabemos nada de Jorge. No nos dan noticias. Estamos muy desesperados", escribió su hermana Carmen ayer en su cuenta de Twitter.

Según informó el diario mexicano El Debate, el coordinador de asesores de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, Humberto Morgan, indicó que unas 44 personas permanecen atrapadas entre los escombros del edificio Álvaro Obregón 286 de Ciudad México. Los familiares de los desaparecidos esperan noticias en la zona. La novia, la hermana y el cuñado de Jorge se encuentran allí a esperas de que se produzca alguna novedad.

Jorge podría estar cerca de las escaleras de la segunda planta el edificio derrumbado, ya que cuando este cayó él se encontraba asegurándose de que sus compañeros salían de la infraestructura sanos y salvos. En el hueco de las escaleras podría haberse creado una "bolsa de aire", que haría posible la aparición de supervivientes que se hubiesen mantenido en ella.

La mayor preocupación de la familia, el riesgo de derrumbes mientras se realizan las labores de rescate, terminó hace unos días cuando se colocaron soportes que, en principio, lograrían resistir los trabajos de la UME y eventuales réplicas del terremoto. Por su parte, el Ministerio de Exteriores espera que a pesar de que han pasado las 72 horas en las que la búsqueda se centra encontrar supervivientes y de que la operación se encuentre e una fase decisiva, haya cuidado en las labores.

Mientras los equipos de trabajo buscan supervivientes, pasada ya una semana del terremoto de magnitud 7,1 en la escala de Richter que azotó México el pasado martes, los cascos de protección de quienes realizan estos trabajos muestran mensajes de todo tipo que dan fuerzas y apelan a no perder la esperanza.

"Quien no vive para servir, no sirve para vivir"; "100% chingones" (extraordinarios) o "Gracias por tu esfuerzo" son algunos de los mensajes rotulados que acompañan al trabajo titánico de la ciudadanía y las autoridades. Estos mensajes son pintados por los propios miembros de los equipos de rescate y por las personas que están pendientes de atenderles por si tienen heridas, cortes o entumecimientos durante su actividad, que dura entre 18 y 24 horas diarias.

La razón de pintar los cascos es clara: que cuando uno de estos trabajadores mire a un compañero, pueda sentir palabras de aliento que le recuerden que, pese a que el tiempo se agota, todavía quedan motivos para continuar.

Tampoco falta el humor ante la catástrofe, que se ve reflejado en sus cascos con dibujos como la cara de personajes como Homer Simpson o una calavera pirata. "Las quesadillas se comen con queso. Animo" o "Tu fuerza es mi fuerza. Vamos, México", son algunos de los mensajes que los mexicanos encuentran en su camino por rescatar a su gente.

El terremoto se ha cobrado la vida de al menos 324 personas y por el momento las autoridades de Ciudad de México garantizan que las labores de rescate continuarán. El aguante del cuerpo humano en situaciones extremas es de 72 horas según expertos pero los equipos de rescate siguen trabajando para encontrar supervivientes.