Durante algo más de dos horas se han visto hoy las caras el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, José Fiscal. Ambos mandatarios abordaron cuestiones clave en el presente de la capital, caso de los problemas de inundabilidad del río Guadalhorce, que toca de lleno la actividad empresarial en la zona de la desembocadura; el impulso de la EDAR Norte; la sequía y la necesidad de poner en funcionamiento de manera “urgente” los pozos de Aljaima; el parque metropolitano de Arraijanal, y la integración urbana del río Guadalmedina.

De acuerdo con los mensajes trasladados al término de la reunión por el propio regidor y por el delegado de Medio Ambiente en la provincia, Adolfo Moreno, ambas instituciones desarrollan o tienen intención de desarrollar estudios sobre la cuenca del Guadalhorce con el objetivo de señalar posibles actuaciones que permitan minimizar el riesgo de inundabilidad. No obstante, las dos partes parecen coincidir en que más allá de las conclusiones que se extraigan de estos análisis sigue siendo prioritaria la sustitución del puente de la antigua carretera N-340, que ejerce una especie de tapón en el discurrir del agua cuando se producen grandes avenidas.

Moreno ha señalado que este es un asunto en el que ya viene trabajando la consejería. “Estamos haciendo estudio para ver posibles soluciones para mejorar la respuesta ante la inundabilidad en el Guadalhorce”, ha precisado el delegado, que ha apuntado que en una próxima reunión prevista con la ministra de Medio Ambiente se le reclamará la actuación sobre el puente, cuya sustitución se valora en unos 60 millones de euros.

De la Torre ha informado de la intención municipal de ir adelante con un estudio de detalle desde el punto en el que la hiperronda cruza el Guadalhorce hacia el mar. Al tiempo, el Consistorio ha mostrado su disposición a colaborar en las tareas de limpieza que realiza el departamento autonómico.

En cuanto a la estación depuradora, desde el Gobierno andaluz se ha explicado a la representación municipal que se está ultimando la licitación de la asistencia técnica que asumirá la redacción del proyecto final de esta infraestructura. A partir de ese momento, y siempre que el calendario lo permita, no se descarta la posibilidad de arrancar los trabajos de construcción el año que viene. Al respecto, el propio delegado ha recordado que existe consignación presupuestaria para ir adelante.

Otro de los proyectos que podría avanzar en 2018 es el parque metropolitano de Arraijanal. Actualmente, Medio Ambiente está a la espera de adjudicar la redacción del proyecto a una de las tres empresas que han presentado oferta al concurso. Tampoco se cierra la puerta a que las primeras actuaciones sobre el espacio tengan lugar el año que viene. A esta zona verde se añade la ciudad deportiva del Málaga, que cuente con todos los parabienes para poder arrancar las obras, sin que por el momento haya movimientos.

En relación con el río Guadalmedina, De la Torre ha expresado su interés por determinar el caudal mínimo que ha de garantizarse en todo momento en el cauce y que se sitúa en 600 metros cúbicos por segundo. Es justamente esta la premisa que marca cualquier desarrollo futuro sobre la traza del río a su paso por la ciudad, incluyendo el deseo del regidor de realizar varios puentes-plaza a lo largo de su recorrido. Sobre ello, Moreno ha apuntado la necesidad de que en el marco del Plan Especial del Guadalmedina, que el Ayuntamiento espera tener concluido “a principios de verano”, se incorporen las medidas suficientes para “garantizar la capacidad de desagüe” del río en caso de que parte de su encauzamiento sea ocupado por las infraestructuras necesarias para el mantenimiento de esos puentes-plaza.

El mandatario local, que estuvo acompañado entre otros por los concejales de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, y de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, ha aludido también a la necesidad de ejecutar una conducción desde la Costa del Sol occidental con El Atabal que permita aportar agua en caso de necesidad desde la capital hacia los municipios de la zona occidental y viceversa. Esa conducción, ha precisado, podría llevar entre 600 y 700 metros cúbicos por segundo.