Málaga

El Ayuntamiento exige a la Junta "que se ponga las pilas" en cerrar su lado de la Alameda

  • "Espero que no nos la tenga tomada al norte", asegura Conde

  • Señala que el espacio será para el peatón no para terrazas

Corte del lateral norte para el inicio de la obra de la Alameda.

Corte del lateral norte para el inicio de la obra de la Alameda. / j. albiñana

El arranque de las primeras labores en el proyecto de semipeatonalización de la Alameda Principal, con la vista puesta en que pueda estar culminada antes de los comicios municipales de 2019, empieza a tensar la siempre difícil relación entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. Tanto es así que en el seno del equipo de gobierno del PP existe preocupación en que la demora en los trabajos del Metro en ese lado de la avenida afecte al calendario final.

Muestra de esta desazón la expuso ayer el portavoz del Ejecutivo local, Carlos Conde, quien instó a la Consejería de Fomento a "que se ponga las pilas" en los trabajos de construcción del tramo Guadalmedina-Atarazanas para, de este modo, avanzar en la reurbanización de la calle en superficie. Esta franja de la Alameda, como ocurrirá con la parte sur, quedará completamente cerrada al tráfico rodado, manteniendo, eso sí, el paso de un carril bici.

23.400Metros. Es la superficie peatonal que se generará una vez se concluya el proyecto

La actuación sobre el antiguo salón de Málaga, que permitirá generar un espacio peatonal de unos 23.400 metros cuadrados, se divide en tres etapas, coincidentes con sus tres calzadas. La primera en verse afectada es la central, con un coste estimado de 1,8 millones de euros y un plazo de seis meses. El pistoletazo de salida en este punto se dio el pasado jueves con los primeros desvíos de tráfico, quedando pendiente el grueso de los trabajos, con el levantamiento de la calle, hasta disponer de la autorización de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

El siguiente paso en este camino de regeneración también depende directamente del Ayuntamiento y tocará al ala sur, con un coste inicialmente previsto de unos 5,2 millones de euros. La Gerencia de Urbanismo está en la actualidad pendiente de adjudicar esta fase de la intervención. La única de las piezas bajo competencia autonómica es la del lado norte, que es donde se localizan el tajo del suburbano.

De cumplirse las últimas previsiones de Fomento, no será hasta finales de año cuando estará en condiciones de afrontar la reurbanización de este ala, con una superficie peatonal de 10.256 metros cuadrados y una acera de hasta 27 metros de ancho. El valor asignado a esta parte de la actuación ronda los 3,5 millones, también con seis meses de plazo. Y es justamente este tardío inicio el que provocó ayer la reacción municipal. "Espero que la Junta no nos tenga la Alameda tomada en la zona norte", dijo Conde, quien aseguró que la parte en manos del Ayuntamiento irá con "celeridad".

El también edil de Hacienda fue contundente al incidir en que la obra persigue como objetivo incrementar el espacio para los peatones. "Sabemos que espacios tan atractivos como éste pueden llevar a que los negocios se expandan, pero que no quepa la duda de que se trata de ganar espacio para el peatón, no para que sea tomado por otras actividades", en alusión a las terrazas. Sobre ello, aseguró que se será "cuidadoso a la hora de dar las licencias y evitar que haya una saturación de ese entorno".

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