Periodismo

La Cátedra Unesco celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa

  • En un acto celebrado esta mañana en el Rectorado se han recordado los problemas que sufren los periodistas en dictaduras o conflictos armados pero también los que trabajan en países democráticos

En buena parte del globo ser periodista es una profesión de riesgo. Quienes deciden dedicar su vida a informar a los demás puede que se vean obligados a entregarla, literalmente. Sirvan como ejemplo los 152 asesinados por el ejercicio de su oficio en Colombia entre 1977 y 2015. Aunque la muerte sea el atentado más extremo contra los derechos humanos, la libertad de expresión y de información entre ellos, éstos se encuentran también alterados en los regímenes democráticos. Insistir en la importancia de salvaguardar estos valores es uno de los motivos por los que la Cátedra Unesco, dirigida por el catedrático Bernardo Díaz Nosty, realiza actos como el celebrado esta mañana en el Rectorado de la Universidad de Málaga. El encuentro ha contado con la presencia del rector de la UMA, José Ángel Narváez, la periodista congoleña Caddy Adzuba, la responsable de libertad de expresión de la Unesco, Sylvie Coudray y el relator del informe sobre agresiones a periodistas en Colombia, Germán Rey.

En los países democráticos “la libertad de prensa tiende a ser asaltada por diversos factores que huyen de la transparencia”, ha comentado el director de la Cátedra Unesco, Bernardo Díaz Nosty y ha hablado de la excesiva intervención de los medios, de la privatización des regularizada, de la transferencia del control al mercado y de la precarización del empleo como factores que dificultan la credibilidad que ofrecen los medios. “Hay que tomar iniciativas que permitan concienciar a la población de sus derechos a recibir una información libre, plural y veraz y permitir que las democracias de esta manera se refuercen”, ha indicado.

Y si el oficio tiene sus muchos puntos débiles en la desarrollada Europa, mucho más profundos y serios lo son en países en guerra o en conflicto armado, como el vivido con la guerrilla colombiana. El profesor universitario Germán Rey, relator del informe sobre agresiones a periodistas en Colombia, ha afirmado en Málaga que tras las dictaduras de hace 30 ó 40 años, éste es un momento de convulsión en América Latina. En las últimas cuatro décadas, en Colombia han asesinado a 152 periodistas. De esos crímenes más del 60% están aún sin resolver y en sólo cuatro “ha sido revelada toda la cadena del crimen, desde su autor intelectual al material”. Por lo que la huella que deja es la de la impunidad, “no cuesta nada matar a un periodista”, ha criticado Rey. Recientemente, tres periodistas ecuatorianos del diario El Comercio fueron asesinados en la frontera con Colombia, “ese gran corredor de narcotráfico”, ha destacado el profesor y ha subrayado que “no es un problema solamente de Colombia, sino regional”.

“El 98% de las muertes estuvieron asociadas al conflicto armado, hubo un proyecto intencionado contra la información y el ejercicio del periodismo”, ha agregado Germán Rey, destacando que se ha focalizado la violencia en pequeños medios impresos y emisoras regionales dejando a territorios “mudos” de esa información de proximidad que ofrecían estos profesionales. Aunque en la actualidad las cifras de muertes violentas han bajado, no tanto las amenazas. Un centenar de periodistas tienen que estar protegidos por escoltas. “Colombia es un escenario pésimo para la libertad de prensa”, ha concluido Rey al tiempo que ha demandado “luchar contra la impunidad”. 

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