Lejos empiezan a quedar los días en los que los motores de gasolina o gasoil eran la única seña de identidad del parque móvil de las instituciones públicas. La apuesta por unos modos más sostenibles se abre paso de manera evidente en algunas de las administraciones de la provincia de Málaga. Ya no resulta raro ver a concejales del Ayuntamiento de la capital desplazándose a bordo de un vehículo eléctrico y dejará de serlo en breve en el caso de la Diputación provincial.

El ente supramunicipal acaba de poner en marcha el procedimiento mediante el que renovar buena parte de los vehículos que pone a disposición de sus empleados para el desarrollo normal de sus funciones. Y lo hace con la premisa de potenciar una manera ecológica de moverse. De acuerdo con el pliego de condiciones que rige el arrendamiento (con opción a compra) de un total de 56 vehículos, 47 turismos serán híbridos con motor de gasoil y gas licuado.

"Lo que estamos haciendo es buscar que sean vehículos ecológicos, dando cumplimiento a un compromiso plenario adoptado por todos los grupos políticos", explica Pilar Fernández-Figares Estévez, diputada provincial de Recursos Humanos y Servicios Generales. El coste de licitación del servicio recientemente publicado asciende a 1.338.941 euros (a los que sumar 281.777 euros del 21% de IVA). El plazo del alquiler se alargará por un periodo de 46 meses.

El paso adoptado por la institución se produce cuando está a punto de culminar el sistema de renting del parque móvil. "Cuando hemos tenido la oportunidad de hacer un nuevo pliego es cuando hemos incluido el gas licuado", expone la responsable del área, que apostilla la situación "obsoleta" de los vehículos de los que ha dispuesto hasta el momento la institución. Una obsolescencia, a priori, más relacionada con los motores de los que disponen.

Una vez adjudicado el procedimiento, la transformación será evidente. De los cinco lotes en los que se divide el contrato, dos inciden en el carácter ecológico de los vehículos. Uno de ellos demanda 15 turismos híbridos con gasoil y gas licuado, con entre 1.350 y 1.400 centímetros cúbicos y una potencia de 140 CV. A este paquete se le asigna un kilometraje estimado para los cuatro años de 150.000 kilómetros y se subraya la necesidad de que no superen los 135 gramos por kilómetro de emisiones. El otro, con 32 turismos y mismo sistema, rebaja la potencia exigida a 66 Kw y 90 CV, situándose el kilometraje en 130.000. En este caso, las emisiones se rebajan a 100 gramos por kilómetro. El suministro se completa con dos todoterreno/todocamino; cinco combi mixto; un turismo monovolumen y otro híbrido, con 2000 centímetros cúbicos y entre 180 y 190 CV.

Fernández-Figares llama la atención sobre la apuesta que se realiza de gas licuado y no de un motor híbrido eléctrico. Y relaciona este hecho en la necesidad de que esos vehículos realicen desplazamientos de largo recorrido por la provincia, un hecho que quedaría limitado por la autonomía de los motores eléctricos. "Como la Diputación sirve a los pueblos se da la circunstancia de que cuando sales a carretera y haces largos recorridos el coche eléctrico no es tan recomendado; el gas licuado cumple la característica marcada por el propio acuerdo", señala la diputada.