Málaga

Elogios para la ciudad de Picasso

  • El prestigioso 'Financial Times' publica un amplio reportaje en torno al décimo aniversario del museo del pintor y el cambio que ha experimentado la capital desde su apertura

La ciudad de Picasso, los diez años del museo dedicado al pintor y la profunda transformación y regeneración en la que se ha visto envuelta la ciudad desde entonces, han servido de inspiración para un reportaje del prestigioso Financial Times -publicado el pasado 2 de noviembre en el suplemento especial del fin de semana- lleno de elogios para la capital de la Costa del Sol.

El Pimpi es el lugar desde el que la periodista inicia un relato centrado en el décimo aniversario del Museo Picasso. Recuerda como hace una década estuvo sentada en la misma bodega con el arquitecto Richard Gluckman hablando de su diseño para la pinacoteca malagueña, lo que le lleva a analizar la "profunda transformación" de la zona que rodea el museo, con sus efectos expandiéndose por el todo el centro. "Algunas partes de Málaga se encontraban ciertamente dilapidadas", recuerda de su visita de entonces.

José Lebrero, el director del Picasso, le relata cómo el museo ha ayudado a que la ciudad se convierta en un destino turístico por sí mismo, siendo ahora el principal objetivo de muchos visitantes. "Antes de que abriera -continúa la periodista en su artículo-, muchos turistas venían a Málaga desde las playas de la Costa del Sol pero para quedarse sólo un día" y matiza "casi siempre para gastarse el dinero en El Corte Inglés". Lebrero le expone sobre la colección del Picasso: "La misma familia donó nuestra colección, y ellos ejercieron una influencia decisiva en traer el museo a la ciudad. Las piezas permiten conocer la vida y la obra de Picasso desde finales del siglo XIX hasta su muerte en 1973. No tenemos sus mejores obras, pero sí la localización que ningún otro museo puede tener".

Ya con un guía local se adentra en las ruinas romanas repartidas por la ciudad, que tienen su máxima expresión en el Teatro Romano. Sobre él, La Alcazaba; "es el único lugar del mundo en el que puedes ver un teatro (en el artículo lo califica de anfiteatro) bajo una fortaleza árabe", le explica su acompañante, que le matiza, al igual que Lebrero antes, "hay de todo en Málaga, aunque no sea lo mejor de cada etapa". El artículo cita, además de los yacimientos fenicios y romanos del Palacio Buenavista, otras ruinas repartidas por la ciudad, como las que están sacando a la luz las obras del Metro.

A la hora del almuerzo, visita el Manzanilla del cocinero Dani García en la calle Moreno Monroy, para degustar las famosas hamburguesas de rabo de toro. Justo enfrente, en el reciente Wendy Gamba, se decanta por las gambas rebozadas con cerveza Victoria.

Su recorrido continúa por el Museo Carmen Thyssen y sus alrededores, llegando hasta la calle Andrés Pérez, un recorrido casi natural que se está creando desde el museo con varios negocios interesantes de empiezan por unos baños árabes y terminan en una tienda de antigüedades, ubicada en uno de los edificios más antiguos de la zona. Una regeneración de un barrio en la que también ha tenido mucho que ver este último museo.

El Centro de Arte Contemporáneo (CAC Málaga) y la transformación del llamado "barrio de las artes" son también abordados, recogiendo el artículo la reciente obra que el artista Dadi Dreucol realizó sobre varios edificios del renombrado como Soho. Toda una regeneración influenciada, en este caso, por el arte contemporáneo.

Un paseo en bici por los paseos marítimos la devuelven a otra expresión de cultura, La Térmica; lo que le lleva a analizar la procedencia del nombre -una antigua central energética- y la historia industrial de la ciudad, por la que "unas pocas chimeneas de ladrillo rompen la línea del horizonte en la costa"; mientras a la caída de la tarde, "gente bronceada y en pantalón corto corrían, patinaban y montaban en bici".

La única pega que le ponen a la ciudad en la que nació Picasso es que "con sus nuevos museos, los bares de tapas, las tiendas y desarrollo costero, quizás es hora de que la gente de Málaga deje de lamentarse por no tener lo mejor de cada cosa. Todo me pareció muy bonito".

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