El Ayuntamiento de Málaga ha sacado a concurso la reparación de la autoescala del Real Cuerpo de Bomberos que permite llevar a cabo rescates a 42 metros de altura y que se encuentra averiada desde el pasado 2015. El plazo de ejecución estimado es de tres meses, aunque, en palabras del concejal del área de Seguridad, Mario Cortés, la previsión es que no se agote en su totalidad. Los trabajos contarán con un presupuesto de 102.836,69 euros.

La parte defectuosa del vehículo autobrazo ya ha sido desmontada y se enviará a Italia para proceder a su arreglo. Una vez que finalice la reposición de los sistemas hidráulico, de seguridad y electrónicos, se entregará en el Parque Central de Bomberos, en la zona de Martiricos.

Fue el trágico incendio ocurrido el pasado mes de abril en la barriada de Ciudad Jardín, con la muerte de un hombre de 50 años y otras cuatro personas heridas, lo que hizo que los bomberos sacaran la denuncia a la luz. El cuestionamiento del servicio contraincendios de la ciudad, que viene siendo verbalizado en los últimos meses por los propios funcionarios de bomberos y por buena parte de los grupos de la oposición municipal, se amplificó tras desvelarse que la falta de presupuesto impidió el año pasado al Ayuntamiento de la ciudad afrontar el arreglo de un camión grúa capaz de alcanzar los 42 metros de altura. La demora acumulada desde la rotura de este equipamiento ronda ya el año y medio.

Tras conocerse el problema, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, salió al paso para anunciar que había dado orden para que se acometa de manera "inmediata" la reparación de esta herramienta.

El regidor aseguró además haber solicitado un informe desde el momento en que el vehículo fue adquirido, recordando que ha habido ocasiones en las que el mismo ha sido prestado a otros municipios, y "tengo noticias de que a veces no se devuelven en las mejores condiciones". "Por qué ha habido fallos en vehículos que son costosos de reparar", se preguntó. No obstante, precisó que la utilización de este tipo de vehículos tiene sus riesgos tanto para los bomberos como para las personas a las que se trata de salvar, apostando por la mejora de los propios edificios.