EL tren Talgo 200 realizará el próximo 23 de diciembre su último viaje. Al día siguiente, serán los trenes de alta velocidad los que unan las ciudades de Málaga y Madrid. La historia ferroviaria malagueña cierra así la página de una máquina que ha transportado a más de 11 millones de viajeros en sus 15 años de funcionamiento. Esta semana será la última de circulación de este tipo de trenes, que se despiden sin un destino asegurado, aunque todo hace indicar que irán destinados a los corredores ferroviarios del norte, fundamentalmente Galicia.

El primer Talgo 200 entre la capital de la Costa del Sol y la de España viajó el 31 de mayo de 1992, poco después de que el AVE llegase a Sevilla. Entonces sólo había un tren por sentido y en él viajaron ese año 165.000 viajeros. Pero poco a poco, y dado el éxito que obtuvo en sus primeros meses de vida, Renfe vio oportuno aumentar las frecuencias y sus cifras fueron creciendo. De hecho, actualmente hay seis trenes diarios por trayecto y el año pasado se superó, por primera vez, la cifra de un millón de viajeros. Y en temporadas punta, como verano o puentes festivos, y casi todos los fines de semana, la cantidad de trenes se incrementa.

Están preparados para circular tanto por vías convencionales de ancho ibérico como por el ancho internacional de alta velocidad. Ello ha permitido que, tras la inauguración del tramo hasta Antequera el año pasado, los tiempos entre Málaga y Madrid se vieran ya reducidos. Además, el tren más largo de Renfe fue uno de los Talgo 200 que han unido Málaga con Madrid. Fue en 1994, cuando uno de los convoyes estaba compuesto por 41 vagones, alcanzando los 605 metros de longitud.

De este tren hay siete composiciones diferentes formadas por un furgón generador, uno o dos coches Preferente, un coche Cafetería, de tres a seis coches Turista y un coche cola Turista. El número de vehículos que forman cada composición se modifica en función de las variaciones estacionales de la demanda.