Málaga

Medio siglo educando en familia

  • El colegio Divino Pastor cumple 50 años desde que Rogelio Ramos lo creara en una buhardilla del centro

Una niña de 2 años entró de la mano de su profesora María Ruiz a la buhardilla de un antiguo edificio situado en la esquina de las calles Tomás Heredia y Martínez Campos. Ella y otros tres o cuatro pequeños inauguraron en 1959 el colegio El Buen Pastor, fundado por su padre, Rogelio Ramos Guerrero, antiguo profesor de los aprendices de Renfe. Así nació un centro educativo concertado que ahora cumple medio siglo de vida y que ha crecido hasta tener 1.200 estudiantes, desde Infantil hasta Secundaria. "Este hombre creó no sólo un colegio sino una familia", recordó ayer en el acto central del aniversario María Ramos Villalta, actual directora. Después de una caminata desde Carretera de Cádiz hasta el centro, los alumnos prendieron una antorcha para devolver el fuego desde el lugar primigenio a la actual sede del colegio, en la calle Gaucín.

En plena dictadura, con imposiciones morales y religiosas a todos los niveles, la simiente de lo que hoy es el colegio Divino Pastor apostó por abrir sus puertas a todo estudiante que quisiese aprender. "Era uno de los pocos colegios mixtos que había y aquí teníamos compañeros judíos y protestantes que estaban exentos de la clase de Religión", comentó Antonio Cruz, alumno en el periodo 1966-1969. "Nos respetábamos todos, además, hubo una gran mezcolanza de clases sociales, convivíamos sin ningún tipo de discriminación desde gente acomodada a hijos de porteros", explicó María Ramos.

Rogelio recibía por las tardes a aprendices de Renfe para dar clases de apoyo, ya que, como apunta la directora del centro, el "examen era muy duro". La iniciativa fue calando hondo en la zona y a los pocos meses tuvieron que alquilar el segundo piso del edificio, y también parte del inmueble colindante. El proyecto educativo abrió en años sucesivos dos filiales, una en la avenida de La Paloma y otra en el Camino de Antequera. En 1977 se trasladaron a la actual sede del centro, en la calle Gaucín. "Allí empezamos con los albañiles, no había nada, sólo una parcela rodeada de vacas, pero daba igual", dijo ante más de un centenar de alumnos la directora.

Uno de los estudiantes, Iván Navas, fue el primer portador de la antorcha. Poco después de las 23:30 comenzó la vuelta al colegio. Allí en el centro, el campeón de España de pentatlón, Óscar González, antiguo alumno del Divino Pastor, encendió el pebetero. La llama lució durante la jornada de ayer pero los actos del aniversario se van a extender durante todo el curso escolar. "Hoy [por ayer] vamos a estar todo el día con actividades, nosotros hacemos la marcha y otros han preparado bailes y canciones. Y durante el año vamos a hacer diversos campeonatos culturales, deportivos y hasta vamos a celebrar una misa en la Catedral", afirmó Miriam Bandera. Tiene 15 años y estudia 4º de ESO. Para ella su colegio "tiene un buen nivel, aprendemos divirtiéndonos en algunas asignaturas, pero, a veces, es duro", confesó Miriam.

También Laura Fernández está orgullosa de su colegio. Tiene 12 años, de mayor quiere ser policía y piensa que sus compañeros y profesores son de lo mejor que puede haber. Como ella, otro millar de niños son el presente de este centro. Como Antonio Cruz, otro buen número de antiguos alumnos conforman su pasado. Y serán muchos los que continuarán escribiendo el futuro de una institución de la que han salido ingenieros, médicos, profesores, en definitiva, malagueños preparados para continuar su formación fuera del amparo que ofrecían sus cálidos muros.

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