Los tiempos en los que la provincia de Málaga asistía con optimismo al inicio de una legislatura estatal, confiada en las bondades presupuestarias del Gobierno de turno, quedan lejos. La crisis económica y los recortes previstos por el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy hacen prever años difíciles para el futuro de los proyectos tan largamente anhelados en territorio malagueño. La clave, a confirmar con los datos, la puso sobre la mesa hace unos días el subdelegado del Gobierno, Jorge Hernández Mollar, quien en una entrevista a Málaga hoy apuntaba por dónde irá el futuro inmediato: "No es momento de pedir grandes cosas sino de terminar lo empezado".

Una afirmación que no despeja las numerosas dudas que, a la espera de poner en cifras lo que contempla el Gobierno para Málaga, se ciernen sobre más de una decena de grandes actuaciones, muchas de ellas ya en marcha. Ejemplo de esta incertidumbre es la nueva cárcel de Archidona, cuya finalización parece empezar a demorarse ante la ausencia de personal con la que ponerla en servicio. Las fechas iniciales apuntaban a que el centro penitenciario, con una inversión de 117 millones de euros, tendría que abrir sus puertas a finales de 2012 o principios de 2013. La decisión fue comunicada al sindicato CCOO por el director general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste.

Pero ésta es una medida que puede afectar no sólo a la cárcel, sino también a otras infraestructuras en ejecución como el Palacio de la Aduana y su adecuación para uso museístico, o con el camino allanado, caso de la desaladora de Mijas, que sigue sin iniciarse tras ser adjudicada a mediados de 2008. En el supuesto del Bellas Artes, el interrogante reside en saber si definitivamente el Ministerio de Cultura acabará por aplicar la petición de parte del PP de dividir la parte pictórica de la sección de arqueología, que quieren implantar en el antiguo convento de la Trinidad. De aplicarse esta opción, el proyecto quedaría afectado en sus plazos.

En cualquier caso, no todas las voces son favorables a esta medida. Mientras la diputada nacional Celia Villalobos defiende esta posibilidad, otras, como las del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el propio Hernández Mollar, apuestan por dejar las cosas tal y como están. "Lo que quiero es ver el museo de la Aduana abierto, funcionando", dijo el subdelegado, que tildó de "prioritario" que no haya sobrecoste.

Otra señal que puede permitir adivinar los derroteros que adoptará el Gobierno es el reciente anuncio sobre el Campamento Benítez. Lo aún no oficializado por el Ministerio de Fomento apunta a que el departamento dirigido por Ana Pastor cederá estos suelos al Ayuntamiento de la capital de la Costa del Sol para que desarrolle un parque. De ser así, se daría un paso importante en la ambición de la ciudad de disponer de estos terrenos, aunque queda en manos del Consistorio la inversión de 20 millones necesaria para el proyecto.

La duda se mantiene sobre qué hará el Gobierno en otras infraestructuras sobre las que sus antecesores dieron los primeros pasos, caso del anillo ferroviario de Antequera (con una inversión calculada en 400 millones de euros) y, fundamentalmente, el corredor ferroviario de la Costa del Sol. La obligación de la Administración estatal en este último proyecto parece clara. De un lado, porque sus antecesores rubricaron en la recta final del mandato un protocolo con la Junta de Andalucía para impulsar una iniciativa anunciada hace más de once años y valorada en 4.500 millones.

Este asunto, según desveló hace una semana la consejera andaluza de Obras Públicas, Josefina Cruz, formará parte de una reunión entre las dos administraciones, en la que se analizará el futuro de varias intervenciones de calado en la región y cuyas ramificaciones se extienden a la provincia. Al margen del tren litoral, estarán sobre la mesa de negociaciones el trasvase a Fomento por parte del Gobierno andaluz de las obras del eje ferroviario transversal entre Sevilla y Antequera.

Dentro de este paquete de obras en las que el Ejecutivo de Mariano Rajoy debe posicionarse está también la demanda de extender la línea del tren de Cercanías hasta el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), actuación largamente exigida por los responsables de la tecnópolis y de la que se han hecho eco en los últimos años los representantes del PP en la provincia.

Al margen de lo que queda ahora suspendido, a la espera de conocer las respuestas oficiales de los responsables estatales, hay que reseñar la existencia en Málaga de infraestructuras en un avanzado estado de ejecución y que deberán ser contempladas en los presupuestos de este año. El listado, tras la culminación de las dos grandes apuestas viarias, la hiperronda y la autopista de peaje, se limita a la terminación del soterramiento de San Pedro Alcántara, del acceso sur al aeropuerto y del tercer carril de la ronda este, abierto de forma provisional a mediados del pasado año.