La Policía Nacional desarrolló ayer una operación en la barriada malagueña de La Palmilla contra la trata de seres humanos que se saldó con varios detenidos y registros en viviendas y negocios, según informaron fuentes cercanas a la investigación, que precisaron que se practicaron al menos tres detenciones. Desde primera hora de la mañana, comenzaron a verse furgones policiales en la zona y un despliegue de agentes para explotar una operación que sigue abierta y que llevan a cabo, entre otras unidades, la Brigada provincial de Extranjería. "No había prohibición de entrar a los bloques ni tampoco calles cortadas. Cuando el asunto tiene que ver con drogas no nos dejan entrar en las viviendas", explicaron vecinos consultados, que se refirieron a la supuesta incautación de numerosas tarjetas y de elevadas cantidades de dinero, que en algún caso cifraban en 18.000 euros.

Paralelamente, la Policía Nacional ayer dio por desarticulada una presunta red criminal dedicada al tráfico al menudeo de cocaína, heroína, hachís y marihuana. Desde la Comisaría provincial informaron de que nueve personas fueron detenidas: seis mujeres y tres hombres de entre 28 y 68 años. Los agentes decomisaron 10 armas blancas, cuatro de fuego simuladas, 4.650 euros, 146 papelinas de cocaína, 37 de heroína, 9 de revuelto de ambas sustancias, 150 gramos de hachís y 100 pastillas de tranquilizantes.

Testigos explicaron que varios furgones pusieron en alerta a los vecinos por la barriada de Las Albarizas, una de las más conflictivas del municipio marbellí. En la llamada operación Triana también participó un helicóptero. Hubo además varios registros en distintas viviendas. Uno de ellos, en la urbanización Xarblanca. El mes pasado, la Policía Nacional detuvo a tres personas por su presunta relación con un tiroteo ocurrido días antes en La Palmilla. El primer arresto se llevó a cabo solo un día después de que se produjeran los hechos. Fue entonces cuando los agentes intervinieron seis vainas, un proyectil y un cartucho sin detonar. El segundo detenido era un hombre de 20 años y nacionalidad española, que según la Policía también habría participado.

En el registro que los efectivos realizaron en su domicilio decomisaron, además de munición, dos cañones de escopeta. En ese caso, el individuo fue detenido como presunto responsable de los delitos de tenencia ilícita de armas, desórdenes públicos, tentativa de homicidio y atentado a agentes de la autoridad. La investigación apuntaba a que el origen del enfrentamiento entre las partes se debió a desavenencias familiares. Los agentes constataron que el tiroteo se saldó sin heridos y con dos vehículos afectados por impacto de balas.