Francisco de la Torre, alcalde de Málaga y presumiblemente, de nuevo, candidato del PP a las elecciones municipales de 2011, parece haber encontrado el proyecto sobre el que sustentar su gestión de cara al nuevo reto en las urnas. Si en 2003 ese papel lo asumió la peatonalización y renovación de la calle Larios y en 2007 el testigo lo tomó la reforma del Parque, todo indica que el nuevo icono electoral que usarán los populares en los próximos comicios locales será la reurbanización de la Plaza de la Merced.

No resulta nada descabellado pensar que así será tomando como punto de partida la naturaleza de la tarea a ejecutar, muy semejante por su envergadura a la de Larios, y el calendario temporal al que obligará su desarrollo. El primer paso ya está dado, toda vez que el presupuesto del Ayuntamiento para el presente ejercicio ya incorpora una partida de 1,3 millones de euros con los que encargar la redacción de un proyecto cuya ejecución necesitará de al menos año o año y medio. Es decir, que siempre y cuando los trabajos de construcción fuesen impulsados a finales de 2009 o principios de 2010, su culminación estará muy próxima a la fecha de inicio de la campaña electoral.

Un elemento más se suma para disipar las dudas sobre si La Merced se convertirá o no en la nueva calle Larios de De la Torre: la ausencia de intervenciones de cierta notoriedad en el apartado de inversiones municipales de este año y la complejidad que supondría dar forma a una actuación de esta índole con cargo a las cuentas de 2010, cuando apenas restaría tiempo.

En este extremo se muestran de acuerdo los portavoces de los dos partidos de la oposición, PSOE e IU. "La obra de hace dos mandatos fue calle Larios, la del pasado fue el Parque y la de este que viene será la Plaza de la Merced", comentó el socialista Rafael Fuentes, quien lamentó que todas estas intervenciones se localicen en el centro de la ciudad. "Estamos convencidos de que al final acaba inaugurando la obra cuatro o cinco meses antes de las elecciones", sentenció.

Preguntado por este mismo asunto, el portavoz de IU, Pedro Moreno Brenes, admitió que la propuesta municipal "tiene toda la pinta" de convertirse en un reclamo electoral. "No hace falta ser muy desconfiado para pensar que ahora lo que quiere el alcalde es vender la actuación en la Plaza de la Merced, como hace unos años hizo con el Parque", insistió, al tiempo que apostilló: "El problema no es hacer obras, sino que se planifiquen con un sentido electoral".

La propuesta del alcalde tiene por fin renovar uno de los enclaves más tradicionales y señeros de la capital, que, no obstante, ya ha sido objeto en las últimas décadas de algunas intervenciones de regeneración. Sin embargo, a tenor por lo expresado por el propio regidor, la acción no pasará exclusivamente por cambiar la solería, sino que buscará recrear la imagen que la plaza tenía en los últimos años del siglo XIX, justo en los días en que nació Pablo Ruiz Picasso. Y ello, al tiempo que se dota a este espacio urbano de mayor superficie peatonal, obligando con ello a reducir el paso de vehículos al actual eje entre la calle Álamos y el túnel de la Alcazaba.

De las intenciones formales del equipo de gobierno se ha tenido conocimiento ahora, conforme se han conocido los presupuestos, aunque ya a principios de 2007, el entonces concejal de Urbanismo Juan Ramón Casero puso sobre la mesa un esbozo de lo que ahora parece plantearse. En febrero de ese año, Casero, que entonces no sabía que no continuaría al frente de este departamento tras las elecciones municipales, mostró a este periódico su deseo de impulsar una actuación que permitiese poner en valor la Plaza de la Merced. Ya en aquél entonces, apuntó que la intervención supondría la supresión del parte de la circulación rodada. Y dos años después empieza a ser realidad.