La hermandad del Rocío retiró a la Virgen todas las joyas y el halo de coronación el pasado martes por la noche tras producirse un robo en el interior de la parroquia de San Lázaro. El objetivo de los ladrones fue el lampadario que tiene la iglesia para que los fieles puedan depositar sus donativos. La estructura eléctrica quedó partida por la mitad para poder extraer la recaudación, sin que se viesen dañadas las imágenes de la cofradía ni el resto de devociones que en el interior del templo se encuentran.

Fueron los propios vecinos del barrio los que avisaron a la Policía tras acceder al interior del templo y encontrar dañado y vacío el lampadario. Testigos que acudieron al templo minutos antes del robo, que se produjo en torno a las 10:00, aseguraron ver a dos hombres en la puerta del templo, situado en uno de los vértices de la plaza de la Victoria. Uno de ellos accedió al interior mientras el otro, al parecer, esperaba fuera en las escaleras.

Una vez alertada la Policía, los feligreses avisaron a uno de los colaboradores en las tareas de mantenimiento del templo que, tras revisar todos los bienes, aseguró que sólo se habían producido daños y robos en la iglesia y los ladrones no accedieron a otras dependencias. Además, los ladrones evitaron el hurto en la hornacina situada en la fachada principal de San Lázaro y con acceso al cepillo por el interior de la iglesia, dada la necesidad de mover una imagen de la Virgen del Carmen que se encuentra a las espaldas de capilla de Santa Gema Galgani.

Igualmente, tras la valoración realizada por los responsables de la hermandad del Rocío a las imágenes -la Virgen de Pío Mollar se encuentra en la capilla lateral, ya que el Nazareno de los Pasos celebró el pasado fin de semana su triduo y preside actualmente el altar mayor-, ninguna de ellas ha sufrido daños ni robos. Los responsables de la corporación nazarena indican que esta acción sirve para "concienciar sobre la necesidad de vigilancia que tiene el templo".

La parroquia de San Lázaro forma parte de una misma unidad pastoral con la basílica de la Victoria. El párroco y los servicios del templo son compartidos con los del Santuario, por lo que sus responsables deben atender ambas dependencias. La iglesia permaneció ayer cerrada en parte de su horario habitual.