solidaridad

SOS de las Hermanitas de los Pobres

  • Las monjas solicitan alimentos, artículos de limpieza y donaciones para la atención del medio centenar de mayores que acogen en su asilo de la Carretera de Cádiz

Una de las monjas con varias mujeres del asilo, en una imagen de archivo.

Una de las monjas con varias mujeres del asilo, en una imagen de archivo. / javier albiñana

Las Hermanitas de los Pobres necesitan que le echen una mano. Realizaron una obra en su asilo para mejorar las duchas, pusieron aire acondicionado en las habitaciones y todavía falta acabar con la pintura. Además, tienen que afrontar los gastos fijos, comprar alimentos y adquirir productos de limpieza. Así que toda ayuda es bienvenida; en especies o en donaciones. La llamada la han lanzado a través de las redes sociales mediante voluntarios, trabajadores y benefactores. "Nosotras no usamos ni Whatsapp ni Facebook, pero a través de esas personas eso ha ido volando", explicó María Dolores Pérez, madre superiora del asilo que las monjas tienen en la calle Héroe de Sostoa. La petición la hicieron hace un par de días. Ayer ya empezaron a llegar las primeras ayudas.

El asilo asiste a 52 ancianos y tiene una plantilla de 35 trabajadoresVoluntarios, empleados y benefactores lanzan una llamada a través de las redes sociales

Sor María Dolores detallaba la lista de las necesidades: lejía de lavadora, suavizante, detergente, papel higiénico, tetrabriks de caldo de pollo, carne y pescado congelado, huevos... Y todas las donaciones que sean posible a la cuenta de Unicaja de las Hermanitas de los Pobres . La madre superiora aclaraba que no les hacen falta galletas, legumbres, arroz ni conservas porque ya se los suministra el Banco de Alimentos. Ayer, Sor María Dolores agradecía las primeras ayudas conseguidas tras la llamada en las redes sociales. "San José se vale de estos medios para tocar el corazón. Málaga es muy solidaria y siempre que pedimos ayuda, los malagueños se vuelcan. Agradezca a Málaga por su solidaridad", solicitaba. "Lejía, suavizante y detergente", era lo primero que pedía. "Porque la ropa hay que lavarla... Tenemos muchos gastos a los que hacer frente, así que toda ayuda es bienvenida. Tras la obra, hay que pintar... Además, las nóminas llegan todos los meses y tenemos 35 trabajadores", comentaba. El asilo atiende a 52 ancianos que están solos o no pueden pagarse una residencia. El asilo está siempre lleno. Muchos ancianos entran siendo autónomos, pero luego se van convirtiendo en dependientes. Las monjas los atienden hasta su muerte. Debido a las obras, el centro ha perdido temporalmente algunas plazas, pero volverán a disponer de 65 cuando acaben los trabajos. "Las donaciones vendrían bien para pagar la pintura", reconoció la madre superiora. Las monjas siempre confían en "la Providencia" para salir adelante. A menudo, se enfrentan a situaciones económicas difíciles para hacer frente a todos los gastos. Es entonces cuando lanzan las llamadas de auxilio.

En este caso, voluntarios, benefactores y redes sociales se alían para echarles un cable. Ya en 2014 tuvieron una iniciativa similar. Entonces, la respuesta fue una marea de solidaridad. Las monjas confían en que ahora se repita. Cuando hace falta, las hermanitas van puerta a puerta pidiendo ayuda o acuden a sus benefactores; pero ahora han descubierto que las redes sociales multiplican y aceleran su mensaje. Así es que esperan contar con la respuesta de los malagueños. Quien quiera ayudar basta con que lleve al asilo los productos de la lista dada por la madre superiora o haga una donación en la cuenta de Unicaja.

El número de la cuenta de las Hermanitas de los Pobres, en Unicaja, es 2103 0182 100030844673.

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