Alrededor de un centenar de personas, según los organizadores, se manifestaron ayer en la localidad malagueña de Torremolinos para reclamar a la Administración que se flexibilice la concesión de permisos para la utilización de detectores de metales.

Francisco Javier Matas, presidente de la Asociación Española para la Defensa de la Detección Metálica y vicepresidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Detectoaficionados, explicó ayer a Efe que la problemática surge a raíz de la aprobación de la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía en 2007, que requería una autorización previa para el uso de estos aparatos.

Sin embargo, se están limitando estas autorizaciones al pedir a los solicitantes numerosa documentación, ya que, según Matas, de unas 3.000 solicitudes sólo se han concedido unas cien autorizaciones y en estos dos años hay provincias como Córdoba o Granada en las que no se ha otorgado ninguna los últimos dos años.

Los usuarios de detectores defienden que esta actividad no afecta a estratos arqueológicos ni en la playa ni en el campo, ya que estos aparatos tienen un alcance máximo de treinta centímetros, y a este nivel no suelen aparecer este tipo de restos, según Matas.

La protesta de hoy concluyó en la playa del Lido de Torremolinos, donde se produjo la anécdota de la jornada, ya que unos bañistas que habían perdido un anillo de oro blanco pidieron ayuda a los manifestantes, que finalmente lo encontraron.