La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, toma la palabra en el conflicto del Metro. Y lo hace para elevar el tono de respuesta institucional al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y al presumible bloqueo al que someterá la construcción del ferrocarril urbano en superficie hasta el entorno del Hospital Civil. Si el pasado mes de junio la dirigente autonómica apelaba a que todas las instituciones implicadas evitasen las polémicas y ayudasen a hacer realidad el último tramo del trazado, ayer fue más contundente en su interpelación al regidor malagueño.

"Lo que tiene que hacer es facilitar las cosas, que al final los ciudadanos lo que merecen y necesitan es un metro útil que les dé servicio para llegar a las instalaciones que más lo necesitan", dijo, para afirmar que no entendería que De la Torre "'donde dijo digo, ahora diga diego', donde firmó un acuerdo en 2013 ahora diga que lo que firmó no le gusta, porque entonces lo que está buscando es confrontar, subir la tensión y, además, poniendo en estos momentos en un brete a una instalación, una infraestructura de transporte sostenible que está siendo ejemplar".

Con ello hizo referencia directa al protocolo de intenciones acordado y firmado a finales de 2013 por De la Torre y por el entonces director general de Movilidad del Gobierno andaluz. Documento que liberó la última consignación de financiación por parte del Banco Europeo de Inversiones, allanó la puesta en servicio del Metro en julio de 2014 y dibujó la terminación de la red ferroviaria con un doble tramo: soterrado hasta la Alameda Principal y en superficie hasta el Civil.

Se da la circunstancia de que el mencionado protocolo vio la luz meses después de que Díaz y De la Torre se viesen las caras en septiembre de 2013, la primera visita que la presidenta andaluza hizo poco después de asumir el cargo. Un encuentro al que aludió ayer. "En esa reunión salimos los dos mostrando la satisfacción, mostrando el acuerdo y después se rubricó con la Consejería de Fomento", explicó, razón por la que dijo no entender "ya a estas alturas qué está buscando" el alcalde.

Bien es cierto que en ese mismo acto de hace ahora algo más de cuatro años la propia presidenta andaluza habló de manera clara de la necesidad de que el trazado final contase con el aval de los vecinos de la zona. "Es fundamental que los vecinos y los ciudadanos de esa zona se sientan implicados en el proyecto que el Gobierno de la Junta y que el Ayuntamiento quieren llevar a cabo allí", dijo en aquella ocasión. Mensaje al que De la Torre suele apelar para justificar su negativa a facilitar el avance de la actuación sin el consentimiento previo de los vecinos.

En este escenario de posiciones encontradas, Díaz fue clara al señalar que la Junta está "en condiciones de cumplir lo que firmamos con el Ayuntamiento en 2013" y prolongar el ramal procedente de Carretera de Cádiz hasta la zona norte. Por ello, consideró que el mandatario local "tiene que ser sensato, dejarse ya de confrontar con la Junta y dejar de buscar esa tensión permanente con otras administraciones para justificar su posición". Y en la misma medida en que subrayó la disposición de la Administración regional a cumplir los compromisos asumidos, esperó que el Ayuntamiento "facilite las cosas para que esos compromisos sean viables".

Conforme a los últimos acontecimientos, la pelota se encuentra en este momento en el tejado del Consistorio después de que el Consejo de Gobierno andaluz aprobase hace un par de semanas la adecuación urbanística del recorrido tranviario, forzando a la Administración local a en el plazo de un año ajustar el planeamiento de la ciudad. A priori, el equipo de gobierno del PP asumirá la exigencia, si bien ello no debería obstaculizar que la Consejería de Fomento active en los primeros meses del año la licitación de la obra de prolongación del Metro al Civil, tasada de inicio en unos 41 millones de euros.

Antes de poder actuar en este sentido, de nuevo el Consejo de Gobierno tendrá que dar validez a la inversión necesaria. Y solo después de ese trámite será cuando, con independencia de la posición que finalmente adopte el Ayuntamiento, Fomento podrá ir adelante con el concurso de adjudicación de esta infraestructura. El interrogante, que no se despejará hasta ese momento, es si el departamento encabezado por Felipe López, pondrá en marcha toda la maquinaria administrativa sin tener garantías ciertas de que, en última instancia, De la Torre facilitará la posterior intervención sobre el terreno. Algo que, a día de hoy, se antoja improbable.