Málaga

Viveros Guzmán denuncia destrozos en su finca en los trabajos de la hiperronda

Las máquinas excavadoras que trabajan en la construcción de la futura hiperronda de Málaga arrancaron ayer, en menos de tres horas, unas mil plantas de la finca de Viveros Guzmán. Los trabajos, realizados a pesar de un auto judicial que pedía el cercado de la parte de la finca que no debe ser expropiada para construir la carretera y la construcción de viales de conexión, destrozaron también mecanismos de riego, según la denuncia presentada ante la Guardia Civil.

"Han entrado para ejecutar el cercado y los accesos. A eso no nos podemos oponer porque lo ha dicho un juez. Pero el problema es que al entrar con las máquinas sin un plan de obras han acabado con plantas y han roto gomas, por lo que ahora hay zonas inundadas y otras que no podemos regar". Han sido cientos los árboles arrancados, la mayoría de ellos palmeras con más de 15 años de edad. "Lo que pedimos es poder seguir con nuestro negocio de forma habitual", añadieron en la empresa.

La finca, de más de 600.000 metros cuadrados de superficie, va a quedar dividida en varias partes al ser atravesada por la hiperronda y viales de distribución hacia Alhaurín y Torremolinos, por lo que Fomento ha debido expropiar más de 120.000 metros.

La concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre ha mostrado su apoyo a la empresa local y la edil del área, Marina Bravo (PP), lamentó "el grave destrozo vegetal que se ha causado en la parcela expropiada a Viveros Guzmán por parte del Ministerio de Fomento".

Según Bravo, "todo habría sido tan fácil como haberse reunido con los antiguos propietarios y trazar un concienzudo plan de acción para garantizar los riegos en las zonas que aún pertenecen a Guzmán, salvar los árboles mediante su trasplante posterior y dejar definidos los caminos provisionales para seguir permitiendo la normal explotación de la finca, mientras se ejecutan las obras".

Esta es la segunda ocasión en la que los propietarios de la empresa protestan por esta actuación, ya que hace más de un mes las máquinas entraron en su finca y tuvieron que ser los trabajadores del vivero y, posteriormente, la Guardia Civil quienes paralizaron la entrada de la excavadora, ya que no presentaron ninguna documentación con los permisos válidos.

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