El Málaga utiliza a un águila, denominada "Harris", cuya misión es espantar las palomas, gaviotas y otros pájaros que a diario acuden al estadio de La Rosaleda para comerse el grano de semilla recién plantado en el nuevo césped del campo del conjunto malagueño.

Su adiestrador Federico Llopis, se adentra en el recinto malaguista por la zona de fondo y suelta el animal por los graderíos sobrevolando la primera fila de asientos, lo que hace que los gorriones, palomas y tórtolas abandonen el estadio.

Mañana, después de cinco jornadas sobrevolando el campo, el águila Harris, cuyo hábitat natural es el aeropuerto de Málaga y el de Jerez de la Frontera, regresará a su puesto en el aeropuerto malagueño con otro centenar de aves, como halcones y azores, que Llopis ha reunido y amaestrado.