Málaga

El arte de querer a dos personas (o más) a la vez

  • Málaga cuenta desde hace un año con un punto de encuentro para personas 'poliamorosas', al estilo de Madrid, donde ponen en común sus experiencias y dudas

María es joven, cordobesa de nacimiento aunque malagueña de adopción y poliamorosa. María fue monógama en otro tiempo. "A veces pensaba que no me importaría que estuviera con otra, que hiciera sus cositas aparte sin que eso significara que me quisiera menos", reconoce sin despeinarse. María mantuvo su primera relación abierta cuando se lo propuso otro novio suyo. Le pareció "una buena idea" porque también pensaba que tenía que haber "otras maneras, otros caminos". Al llegar a esta ciudad, conoció a un chico monoamoroso. "Él se intentó adaptar al tipo de relación que yo quería, pero no pudo. Pasaron cinco años y lo dejamos. No era feliz, me estaba ahogando, así que paré", narra. María estuvo una temporada soltera hasta que conoció a un chaval de su mismo ciclo formativo. "Él tenía novia, pero le había propuesto abrir la relación", aclara. Empezaron a hablar, una cosa llevó a la otra y hace una semana hicieron dos años juntos. A María se le entornan los ojos justo cuando menciona el aniversario. "Hace no mucho tuve la gran suerte de coincidir con Rubén después de muchos años. Se vino a Málaga, entendió lo que yo quería e iniciamos una relación", explica mientras le sonríe al propio Rubén, que se cita con María y la entrevistadora en un café del centro.

Esta joven acude una vez al mes a las reuniones de Poliamor Málaga (www.poliamormalaga.org), un grupo de personas con las que se sienta a hablar sobre estas relaciones no monógamas. "Lo que todos tenemos en común aquí es que mantenemos varias relaciones a la vez y que las personas implicadas lo saben. A partir de esta premisa, cada historia poliamorosa es distinta", resume Juan, el artífice junto a Patricia, su pareja, de este "punto de encuentro para personas poliamor del sur de España". Los dos siguieron el ejemplo de iniciativas tan consolidadas en Madrid como Golfxs con Principios (www.golfxsconprincipios.com) para crear "un espacio donde se reúnen todas aquellas personas que consideran la sexualidad no convencional como una opción válida y necesaria, alejados del machismo y la homofobia". La intención, subrayan a medias, es "ayudar, poner en común ideas, opiniones y experiencias". "El año pasado nos reuníamos unas 15 personas, aunque no siempre eran las mismas. Ahora somos unos 41. También se acerca gente de Granada y de Córdoba", precisa Juan. "Son gente que te entienden. Es un lugar donde vas a contar tus miedos, tus problemas", explica María. En seguida, Juan y Patricia subrayan que Poliamor Málaga no es "un Tinder": "A veces contactan con nosotros personas, la mayoría hombres, que quieren ligar. Lo cazas al momento cuando ves que tiene un pene por foto de perfil. Hay una especie de cortafuegos para que esos individuos no vengan a las reuniones". De momento, no han echado a nadie que haya pasado "la criba".

Magnus Regina Von C. protagonizó el año pasado junto a Yami y Apuesta Princesa la primera cita a tres en el programa de televisión First Dates. "Lo hice porque el poliamor hay que visibilizarlo y es en los medios de comunicación donde he encontrado el mejor canal", declara sin aspavientos. Esta activista trans por el amor libre considera la monogamia "un sistema de opresión patriarcal centrado en la necesidad procreativa de mantener la estirpe de un solo hombre" y defiende "la abolición del género". "Esto se trata de que tú por ser hombre no tengas que hacer determinadas cosas y que yo por ser mujer no pueda no hacer determinadas cosas", razona la activista malagueña.

Según las escritoras Dossie Easton y Janet W. Hardy en Ética promiscua. Una guía práctica para el poliamor, las relaciones abiertas y otras aventuras, libro de cabecera para cualquier neófito poliamoroso, "la capacidad humana para el sexo, el amor y la intimidad es mucho más grande de lo que cree la mayoría de la gente, es decir, tener muchas conexiones satisfactorias simplemente hace posible que tengas mucho más". Los pilares fundamentales sobre los que se debe asentar este tipo de relaciones, coinciden María, Patricia y Juan, son "la comunicación, el respeto y la honestidad".

Ahora bien, ¿no hay inconvenientes? "He experimentado los problemas relacionados con la gestión del tiempo. A lo mejor me han dicho que le estoy dedicando más días a una persona que a otra. Si ocurre eso se hablan las cosas y se cierran otros acuerdos", confiesa María. ¿Eso de lo que habla no son celos? "No es tanto los celos como la envidia. Si tienes problemas con la posesividad no te metes en una relación poliamorosa. Pueden surgir envidias del tipo te veo más feliz con la otra relación o ¿por qué haces esto con la otra persona y conmigo no?", sostiene María. Juan y Patricia también coinciden: "Es más la envidia de que te vean feliz con la otra pareja. No es lo mismo que decir te quiero solo para mí, propio de una relación monógama". Al final de la entrevista, la pregunta obligada es si se puede querer a dos personas al mismo tiempo. María contesta sin pestañear: "Por supuesto. Todo suma". El arte de amar a dos personas -o más- a la vez tiene sentido. Más aún cuando uno observa a María y Rubén mirarse de esa manera.

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